Química, pregunta formulada por catibol, hace 1 año

qué relación tiene la levadura con los cambios químicos?

Respuestas a la pregunta

Contestado por francisdel2004p5yqaj
1

La levadura se utiliza, por ejemplo, para que el pan o los pasteles ganen volumen, mientras que el cambio climático se refiere principalmente al calentamiento global, que entre otras cosas puede amenazar las poblaciones costeras o los cultivos. Son, pues, dos cuestiones aparentemente muy distantes entre sí. Mezclarlas parecería peor que confundir la "gimnasia" con la "magnesia", como a menudo se dice, aunque al menos éstas son dos palabras con alguna similitud.

El nexo de unión entre los dos fenómenos es el compuesto que los origina, el dióxido de carbono, también identificado mediante la fórmula CO2. La levadura que incorporamos al pan o los pasteles desprende CO2, como consecuencia de su actividad vital, y es el responsable del tacto esponjoso. Por otra parte, el cambio climático se origina, en parte, por la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera, hecho que provoca una mayor retención del calor desprendido por la corteza terrestre.

Puede parecer un poco forzado hablar a la vez de los dos temas, pero realmente no lo es. Que una misma sustancia pueda protagonizar fenómenos tan aparentemente dispares es más frecuente de lo que se pueda pensar.  Sin ir más lejos, el oxígeno del aire que respiramos muestra una dualidad de comportamientos similar, pues nos es imprescindible, para la mayor parte de los seres vivos, para obtener energía. Pero, a la vez, puede quemar a todos estos seres vivos, si se dan ciertos cambios en las condiciones ambientales.

Otro ejemplo lo constituye el ozono, que a 30 kilómetros de altura nos protege de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta, que nos envía el Sol. En cambio, su acumulación en la superficie terrestre nos irrita las vías respiratorias. No obstante este efecto nocivo, muy sorprendentemente nuestro cuerpo genera ozono en su interior. Es un recurso de nuestro sistema inmunológico, para luchar contra los agentes invasores, creando así una especie de misil molecular. Vaya unos contrastes, con el ozono.

Las levaduras fueron clasificadas por primera vez como seres vivos por Louis Pasteur, en 1857. Son hongos que consumen hidratos de carbono, o azúcares, y generan o bien alcohol, o dióxido de carbono, u otros compuestos similares, según los casos. El hombre ha aprovechado esta actividad de fermentación, creando múltiples formas de cocinar o de fabricación de licores, desde hace miles de años. Y más que llegarán. Se puede imitar una parte de la acción de las levaduras, mediante lo que se conoce como levadura química. Esta no es más que una mezcla de bicarbonato sódico, una o más sales y un almidón, normalmente de maíz o patata. El almidón, entre otras funciones, absorbe la humedad y permite que los demás componentes actúen durante más tiempo.

Las levaduras forman una gran y compleja familia, con más de 1500 especies diferentes. La levadura más conocida es la que provoca la fermentación de la cerveza o el vino, pero otros parientes pueden llegar a provocar enfermedades en los humanos, sobre todo aquellos con el sistema inmunitario débil o deprimido. En cambio, otras especies son utilizadas por la biotecnología, para fabricar etanol en grandes cantidades y permitir así su uso como combustible. Una variante de la levadura de la cerveza ha sido modificada genéticamente, para fermentar los azúcares presentes en los residuos agrícolas, de la madera y del papel, y obtener así un alcohol que es más barato que las gasolinas procedentes del petróleo.

Hablar del petróleo nos permite conectar con el otro papel destacado que desempeña el dióxido de carbono, el cambio climático. En las combustiones, sobre todo de los derivados del petróleo, se libera dióxido de carbono que se expulsa a la atmósfera. Es ciertamente mucho más gas que el que burbujea en el pan y los pasteles, y proporciona así el tacto y el gusto que tanto apreciamos. Lanzamos tanto dióxido de carbono, que no nos queda más remedio que tratar de reducir su cantidad. Por ello, las estrategias de lucha contra el cambio climático se basan, de una manera u otra, en disminuir la cantidad de CO2 que está presente en la atmósfera. Esta es una línea de trabajo activísima, sobre la que se están vertiendo, actualmente, muchos recursos económicos y humanos.



espero haberte ayudado , saludos :3

Otras preguntas