¿ que relación hay entre demografía y regiones naturales.?
Respuestas a la pregunta
Las cuestiones sobre la dinámica de la población han estado muchas veces en el debate y abordadas por numerosas disciplinas.
La relación entre población y medio ambiente ha sido una preocupación, casi en forma permanente por las sociedades, pero es evidente que en las últimas tres décadas se ha puesto una atención muy particular por peligrosos desequilibrios producidos por las actividades humanas en las regiones más fértiles y útiles para la obtención de los recursos naturales que los
Hombres necesitan para vivir.
Quienes tratan de teorizar sobre ambas variables, y siendo éstas, términos sumamente amplios entran en permanentes controversias sobre las mismas. En la mayoría de los casos por intereses de grupos, especialmente los que concentran el poder, la riqueza y los medios (dueños de la información, de las tecnologías etc.)
Tomas Malthus sostenía que la población tiende a aumentar, pero como la misma crece más rápidamente que los medios de subsistencia, la mayoría de la especie humana estaba condenada a la pobreza y a la desnutrición.
También hacía mención a los frenos preventivos como la restricción (castidad), que limiten su incremento o frenos positivos como las guerras, las hambrunas o la enfermedad que actúen como reducidores de su número.
Este sacerdote anglicano ya observaba una presión demográfica y así lo reflejó en su “Ensayo sobre el principio de la población” publicado en 1798, quien se transforma sin proponérselo en el fundador del movimiento para el control de la natalidad.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la disminución de las tasas de mortalidad y las altas tasas de natalidad, produjeron un importante aumento de la población, la misma crecía en América Latina a un 3% anual hasta mediados de la década del setenta. Pero toda América Latina había ingresado en lo que se denomina Transición Demográfica. Todos los países de la región desde la década del 50 tienen un menor ritmo de crecimiento y así lo resaltan las TGF (Tasas Globales de Fecundidad), es decir el número que en promedio tiene cada mujer durante el período fértil de los 15-49 años, parten con 5,92 hijos por mujer en 1950, en 1995 es de 2,95 , y una esperada para el año 2025 de 2,16 hijos por mujer.
La preocupación por el crecimiento de la población y la crisis del modelo de sustitución de importaciones, comenzó a visualizar un grave problema para los gobiernos y la necesidad de avanzar en la compresión de los mismos, así lo refleja el Primer Congreso Mundial de Población llevado a cabo en Bucarest, 1974, sobre como debían ser las tendencias futuras de la fecundidad, donde quedaron clara dos posturas:
Los países subdesarrollados hacían hincapié en el crecimiento económico para disminuir la fecundidad.
Los países desarrollados hablaban de planificación familiar.
La aparición de la posiciones neomaltusianas hacían referencia que el subdesarrollo estaba en íntima relación con las altas tasas de fecundidad que se
observaban.
La población como consecuencia del estilo económico realizaba una redistribución espacial que se evidenciaba en las tasas de urbanización.