¿Qué relación guarda la asertividad y la convivencia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La humanidad ha dedicado innumerables esfuerzos para comunicarse a través de los tiempos. El hombre siempre ha mantenido una comunicación ya sea con gestos, mímicas, sonidos, gráficas, etc. Hoy en día, en un mundo globalizado y con los avances de la ciencia y la tecnología la comunicación se hace más rápida (radio, TV, teléfono, fax, internet, satélites, celulares, etc.), y esto acarrea nuevos problemas como la calidad, la eficacia, la efectividad y la asertividad en este proceso.
Explicación:
Respuesta:
Escuela, colegio, institución como se le quiera llamar a este espacio donde se encuentran tantas formas de ser como sujetos asisten a ella. Una mezcla interesante de pareceres opiniones, encuentros y desencuentros. Un lugar donde el conflicto aflora de manera permanente. Pero ¿cómo utilizar el conflicto para convertirlo en una herramienta pedagógica de aprendizaje si los encargados de dicho proceso: docentes, directivos docentes y demás entes de la educación no son capaces de resolver sus propios conflictos? Instituciones educativas que más parecen un campo de batalla verbal, lugares donde las opiniones divergentes son tomadas como afrentas, lugares donde directivos docentes no sugieren sino que dan órdenes bajo la amenaza de traslados inconsultos; lugares donde la comunicación no es asertiva, muy al contrario es utilizada para desinformar creando confusión y malestar.
De hecho, una de las cosas que más lesiona la sana convivencia es la falta de comunicación: la grosería al expresarse, la incapacidad de pedir un favor o dar las gracias, la forma agresiva de tratarse entre docentes y directivos docentes, y aún entre los políticos de turno que manejar la educación, en una palabra la falta de ASERTIVIDAD en la comunicación hace que nuestras relaciones se conviertan en un caos constante , un caos que los educadores a su vez llevan a las aulas; y un caos que se ve reflejado en el trato que se dan los estudiantes.
Si bien es cierto que un conflicto se genera cuando dos o más personas están en desacuerdo, también es cierto que, dependiendo de la forma como se maneje dicho conflicto, éste tendrá consecuencias graves en la relación o aportará a la construcción adecuada de dicha relación, de hecho es muy interesante entrar en conflicto porque éste nos permite visualizar puntos de vista contrarios a los propios, y a su vez enriquecerlos, nos permite saber cuál es el grado de tolerancia que tenemos, y qué debemos trabajar en nuestra personalidad, pero esto solo se dará si somos capaces de comunicarnos asertivamente con los demás.
¿Estamos los docentes preparados para ello? ¿Somos capaces de escuchar los puntos de vista de compañeros y estudiantes sin entrar a juzgarlos? Respuesta difícil, pero por lo que hemos vivido históricamente pareciera que no.
Si bien es cierto que el primer lugar donde recibimos educación es en la familia y que la escuela refuerza dicha educación y la complementa, también es cierto que tenemos muchísimos estudiantes, más de los que quisiéramos, que no tienen familias funcionales y cuando hablo de funcionales no me refiero al modelo padre-madre, me refiero al abandono en el cual crecen los chicos y las chicas. Pues la experiencia me ha enseñado que muchos jóvenes, aunque tienen ambos padres, no necesariamente indica que sean familias funcionales donde lo que prima es el afecto, el dialogo, la comunicación, el cuidado, la compañía, etc.; muchas de estas familias dejan a sus hijos al cuidado de terceros mientras los padres se dedican a trabajar. Y en el peor de los casos son los computadores, el teléfono y la televisión los sucedáneos de aquellos que deben educar a los menores.
Así las cosas, el grave problema es qué valores reciben y entre esos valores está el de la adecuada comunicación: cómo se comunica el afecto, la importancia de decir la verdad, la capacidad de escuchar y respetar las opiniones de los demás, la forma de resolver los conflictos. O mejor dicho todo lo que nos hace ciudadanos civilizados, asertivos, para que la convivencia con los demás sea pacífica.
Explicación:
espero que te sirva