que relacion existe entre el surgimiento de los regimenes totalitarios y el inicio de la segunda guerra mundial ?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
ldespués de la Primera Guerra Mundial se
produjo un desprestigio de la democracia liberal, surgiendo a partir de 1925, regímenes
totalitarios en Italia, Alemania y la URSS. Contexto de los totalitarismos Las experiencias
totalitarias se desarrollaron en Italia (1925), Alemania (1933) y la recién creada URSS (1929), y
respondieron en gran medida a las características del período de posguerra (1919-1939). Tras el
fin de la Primera Guerra Mundial, las democracias liberales no lograron controlar los problemas
económicos y sociales derivados del conflicto ni pudieron resolver los estragos provocados por la
gran crisis económica de 1929. El liberalismo planteaba que el mercado debía regularse solo y,
desde lo político, restringía la intervención del Estado, por lo que finalmente los gobiernos no
tomaron medidas eficaces, generando un gran descontento en la ciudadanía. En este contexto,
tomaron fuerza movimientos políticos extremistas que prometían cambiar el rumbo de las cosas.
La izquierda comunista, fomentada en Europa y el resto del mundo por la Unión Soviética,
representó una opción política para una parte considerable de la población europea. A su vez, el
miedo a la expansión de este pensamiento llevó a una gran cantidad de europeos a adoptar
posturas fascistas que atacaban abiertamente al comunismo, fomentaban el nacionalismo, se
oponían al liberalismo económico y, en el caso del nazismo alemán, eran fuertemente racistas. Fue
precisamente el fascismo el que logró mayores éxitos en Europa.
Tanto el comunismo soviético de Stalin como los fascismos europeos se caracterizaron por
ser antidemocráticos y por intentar un control absoluto sobre sus poblaciones. Así, la Unión
Soviética, Alemania y, en menor medida, Italia se aproximaron al modelo de lo que se conoce
como régimen totalitario. Especialmente, en los dos primeros, el Estado intentó vigilar todos los
aspectos de la vida de los individuos, sin dejar espacio para la libertad. Como lo dice su nombre, el
totalitarismo pretendía ejercer un control total sobre el escenario político, social y económico del
Estado. La existencia de una sociedad de masas favoreció el desarrollo del totalitarismo. Esta era
una sociedad industrial formada a partir de la explosión demográfica, la concentración de la
población en ciudades y el desarrollo de la tecnología. Sin estos factores, el dominio ejercido por el
Estado sobre cada individuo no habría sido posible, pues el totalitarismo necesitó de la sociedad
de masas para expandir su doctrina a toda la población y para mantenerla sometida a través de
formas tan diversas como la propaganda ideológica, la educación y la utilización de métodos
represivos por parte de la policía secreta.
El concepto de totalitarismo ha sido objeto de múltiples debates y discusiones. Sin
embargo, hay ciertas características que son propias de este tipo de regímenes:
Imposición de una ideología. Esta imposición era de carácter globalizador, pues se
aplicaba a todos los aspectos de la existencia humana.
Presencia de líder carismático. Un elemento esencial de los totalitarismos era el culto al
líder, quien infundía sobre las masas anónimas sentimientos de admiración y lealtad.
Existencia de un partido único. Se prohibía la existencia de otros partidos. El partido
único cumplía un rol fundamental en la tarea de construir “individuos nuevos” que se
subordinaran a las órdenes impuestas, por lo que estaba prácticamente fusionado con el Estado.
Subordinación de las personas al Estado. Este era concebido como un vehículo para crear
un nuevo tipo de sociedad, que debía ser impuesta por el Estado.
Control total de los medios de comunicación y educación. El Estado utilizaba este
monopolio para difundir la propaganda política que permitía fortalecer la ideología dominante.
Fuerte represión. Todas las personas u organizaciones que se opusieran a la ideología
impuesta eran perseguidas y eliminadas.
Acto de masas. Se fomentaban las concentraciones públicas masivas, con el fin de
controlar al conjunto de la sociedad, adoctrinarlos y fomentar su espíritu colectivo.
manejando los medios de comunicación.