¿Qué relación existe entre el proceso de cambio adolescente y la inteligencia emocional?
Respuestas a la pregunta
Percepción, evaluación y expresión de las emociones: Se refiere al grado en el que las personas son capaces de identificar sus estados emocionales y el de los demás, atendiendo a aspectos físicos y cognitivos. La capacidad de expresar las emociones y sentimientos percibidos en uno mismo y en los demás, de forma correcta y en el momento adecuado. Y la facultad para reconocer la sinceridad de las emociones expresadas por los demás.
2. La habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento: Las emociones actúan sobre el modo de procesar la información, modelan el pensamiento dirigiendo la atención hacia aquella información más significativa e importante para el sujeto, que posteriormente podrá desembocar en un tipo u otro de acción más o menos creativa y/o eficaz.
3. La habilidad para comprender emociones: Esta habilidad corresponde al conocimiento emocional, por medio del cual comprendemos y etiquetamos las emociones.
4. La habilidad para regular las emociones: Este cuarto y último nivel es el más complejo y trata de gestionar o regular las emociones adecuadamente y conseguir que las agradables se mantengan o aumenten, minimizando o moderando las desagradables.
La IE tiene una vertiente intrapersonal, que incluye: la percepción y expresión adecuada de las propias emociones, la conciencia y comprensión emocional y la autorregulación de las emociones, y otra vertiente interpersonal que supone percibir adecuadamente la expresión emocional de los demás, saber si mienten o no, relacionarse adecuadamente con los demás (habilidades sociales) teniendo en cuenta cómo piensan y se sienten (empatía).
Precisamente a esta última, la empatía, dedicaremos este artículo; a conocer sus características y su papel dentro de la inteligencia emocional, así como sus implicaciones en el ajuste emocional y social.
En general, se considera que la empatía tiene fundamentalmente dos aspectos: uno cognitivo y otro emocional. La empatía cognitiva (o toma de perspectiva), es la capacidad de ponernos en el lugar de otra persona: de comprenderla. Esta capacidad se aplica a las relaciones reales y también a las no reales (fantasía) como cuando vemos películas, leemos una novela, etc y nos identificamos con los personajes.
La empatía emocional o simpatía (o preocupación empática) es la capacidad de sintonizar con los sentimientos o preocupaciones de la otra persona. Eso puede generar sentimientos de preocupación y tristeza ante la necesidad de la otra persona. Pero también de alegría y entusiasmo ante lo que se nos está contando.
La empatía no se encuentra en una parte determinada ni especializada del cerebro, sino en todas y las responsables son las neuronas espejo.
El psicólogo y periodista Daniel Goleman por su parte, señala que la empatía forma parte de la Inteligencia Social y que tiene dos elementos: la conciencia social (lo que sentimos sobre los demás) y la aptitud social (lo que hacemos con esa conciencia social). Dentro de la conciencia social, se encuentra:
• La Empatía primordial: sentir lo que sienten los demás (señales no verbales).
• La Sintonía: escucha activa para conectar con el otro.
• La Exactitud empática: comprender los pensamientos, sentimientos e intenciones de los demás.
• La Cognición social: entender el funcionamiento social, es decir, leer y comprender adecuadamente las situaciones sociales para saber cómo actuar.
Respecto a la aptitud social, Goleman identifica:
• La Sincronía: relacionarse fácilmente a nivel no-verbal.
• La Presentación de uno mismo: saber presentarse a los demás.
• La Influencia: dar forma adecuada a las interacciones sociales.
• El Interés por los demás; interesarse por las necesidades de los demás y actuar en consecuencia.