Qué relación existe entre desempleo y pobreza
Respuestas a la pregunta
La última encuesta de hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) arrojó dos noticias relevantes –una buena y otra mala– sobre la situación social de Costa Rica: el desempleo bajó, pero la pobreza aumentó. Hay, aparentemente, una contradicción. No obstante, la buena noticia no es tan buena ni la mala es tan mala, sobre todo si se ubican en su contexto histórico y se comparan con la realidad latinoamericana. Ambas, sin embargo, representan serios retos para la presente administración.
La encuesta, publicada en La Nación el pasado 30 de noviembre, revela que el desempleo abierto bajó de un 8,4% de la fuerza laboral a un 7,3%, con corte a julio de este año. La reducción, sin embargo, no vino acompañada de un incremento en las fuentes de trabajo, que más bien disminuyeron, sino de una reducción de las personas mayores de 15 años en busca de empleo en ese mismo período.
¿Por qué bajó la fuerza laboral si aún no se ha superado plenamente la crisis económica? Sería de esperar que en los momentos difíciles, las personas, sobre todo mujeres de hogar, acudan al mercado en busca de trabajo para coadyuvar con mayores ingresos al sostenimiento de sus familias. Quizá lo hacen, pero, al no poder encontrar empleo, simplemente se repliegan a sus casas para esperar tiempos mejores. También podría darse el caso de que muchos inmigrantes, incapaces de encontrar trabajo, decidieran retornar a sus países de origen o migrar a terceras naciones, como Panamá, todavía en proceso de expansión. Lo cierto es que la tasa de ocupación pasó de 55,4% en el año 2009 a 54,8% en el 2010.
Lo anterior explica, en buena parte, la disminución de la fuerza laboral y del desempleo. Pero la situación social real no ha mejorado. Eso se refleja, precisamente, en los niveles de pobreza. La encuesta revela que el número de hogares pobres volvió a subir a un 21,3%, después de haber bajado a un 16,7% en el año 2007, y que la pobreza extrema se ubica en un 6% del total de hogares costarricenses. En términos numéricos, significa que aproximadamente un millón de personas –una quinta parte de la población total– son pobres en Costa Rica, pues no perciben un ingreso per cápita suficiente para satisfacer sus necesidades básicas.