que relación encuentras entre la violencia de los años 50 y la violencia de la actualidad
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
es casa: bajo un poco, ya que entraron los derechos para las mujeres y leyes para los hombres, por eso existen las demandas en contra de violencia domestica etc.
en calle: aumento, las personas de ahora no quieren trabajar y para sobrevivir necesitan secuestrar a alguien y pedir dinero, cuando esto no es posible l@s m4t4n (como en las novelas) las situaciones de venganza se han visto más extremas, pues no sólo juegan con tu vida diaria, si no con tu espíritu y ser, también por los secuestros para vender los órganos en el llamado "mercado negro" por lo que la vida de muchos inocentes es quitada de du cuerpo
Respuesta:
1. La Violencia de ayer
Una breve descripción de algunos de los
rasgos centrales de la Violencia22 de la
década de los cincuentas y su
comparación con las principales
manifestaciones de las de hoy día servirán
para sustanciar la tesis de su especificidad
histórica. Hacerlo no es fácil, ya que
adentrarse en la abundante literatura
significa encontrar caracterizaciones
extremamente variadas23.
Además si bien algunas de sus
expresiones se pueden asociar a
actividades económicas tradicionales
violentas, como el secuestro, el
contrabando, o la minería y comercio
esmeraldíferos, en las que algunos
narcotraficantes se iniciaron36, su
identidad es nueva y heterogénea y se
expresa también en transformaciones en
políticas del Estado y en modificaciones
en varios aspectos culturales.
Ante la precariedad
de verdaderos soportes financieros
urbanos y el corte de la ayuda
internacional, el secuestro, el boleteo, la
vacuna, se convierten en prácticas que
involucran directamente a la población
civil que no está vinculada a la
confrontación pero que se asienta en las
áreas de presencia guerrillera, en donde
también es frecuentemente victimizada
por la acción militar de las fuerzas
armadas del Estado.
A estas formas de conflicto se agregan las
frecuentes movilizaciones de masas
campesinas en las que se ponen en juego
tanto sus intereses políticos propios,
concretados en las demandas de
desmilitarización y pacificación regional,
como intereses económicos, relativos a
problemas de infraestructura, mercadeo y
redistribución de tierras.
En la misma línea de argumentación
sobre las diferenciaciones de las
violencias, en el trabajo que realizamos
Álvaro Guzmán y el autor sobre Cali43 se
pueden observar las complejidades y
particularidades de la violencia urbana,
fenómeno bastante novedoso, así nuestras
ciudades hayan sido tradicionalmente
violentas y la Violencia rural de los
cincuentas haya estado estrechamente
asociada con expresiones urbanas 44. Al
examinar los datos para las mayores
ciudades encontramos que, por ejemplo,
las tasas de criminalidad para Medellín y
Cali son sensiblemente más altas que las
de Bogotá, y superan con creces las de
BarranquiA estas formas de conflicto se agregan las
frecuentes movilizaciones de masas
campesinas en las que se ponen en juego
tanto sus intereses políticos propios,
concretados en las demandas de
desmilitarización y pacificación regional,
como intereses económicos, relativos a
problemas de infraestructura, mercadeo y
redistribución de tierras.
Al mismo tiempo Popayán y Villavicencio tienen consistentemente
los índices más altos de delitos contra la
vida y la integridad personal, lo que
muestra que el tamaño de las ciudades no
es determinante fundamental de la
violencia criminal. Esto significa que no
es tan sólida la creencia más o menos
común acerca de la cultura de la violencia
urbana.
Al examinar con algún detalle las
características de los campos sociales de
conflicto y los escenarios en Cali durante
el período 1980-1986 encontramos que el
económico dio cuenta de un tercio de los
hechos, mientras que el político no
alcanzó a subir a un décimo y el social
abarcó un poco más de la mitad. En el
campo económico la, violencia se ejerció
prioritariamente desde el polo dominado
de la relación social (es decir, de pobres
contra ricos), pero el que hubiera casi un
20011 de casos de violencia de ricos a
pobres es revelador de la alta valoración
de la propiedad, que se puede colocar por
encima de la vida humana. En el campo
político observamos un equilibrio en la
direccionalidad: es decir, la violencia de
los defensores del sistema político se
empareja con la de quienes lo retan. Y en
el campo social se concentra básicamente
en el polo dominante, con un 98% de los
hechos, lo que significa que fue ejercida
casi exclusivamente por quienes buscaban
mantener un orden de dominación
específico en sus relaciones privadas o
quienes pretendieron en su momento
acabar con los indeseables de la ciudad.
En los varios escenarios se configuran,
desde luego, actores diferentes: soldados
y policías contra guerrilleros y
simpatizantes de la izquierda; civiles que
en su momento auxiliaron a las fuerzas
armadas en el combate contra la
subversión; escuadrones de la muerte que
realizaron verdaderas orgías de muerte
durante 1986 y que pretendieron limpiar a
la ciudad, asumiendo inclusive nombres
de insecticidas; borrachos pendencieros,
pobres del bajo mundo, como
recolectores de basura, vendedores de
drogas prohibidas, prostitutas y
mendigos, empresarios deseosos de
eliminar competidores, ciudadanos
renuentes a pagar deudas, maridos
intolerantes, todos ellos configuran, como
víctimas o como victimarios, el elenco
actoral de los escenarios de la vida caleña
de la década.