¿ que recibe el tejido nervioso?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El tejido nervioso es el conjunto de células especializadas que forman el sistema nervioso. Las funciones más importantes del tejido nervioso son recibir, analizar, generar, transmitir y almacenar información proveniente tanto del interior del organismo como fuera de éste.
En donde lo podemos encontrar:El sistema nervioso se divide desde el punto de vista anatómico en sistema nervioso central (SNC), que comprende el encéfalo y la médula espinal, y sistema nervioso periférico (SNP), formado por todo el tejido nervioso situado fuera del SNC (fig. 8-1).
Explicación:
espero te sirva
Respuesta:
Que recibe el tejido nervioso?
El tejido nervioso se desarrolla a partir del ectodermo embrionario (la capa que recubre al embrión y que dará también a la epidermis). Es un tejido formado principalmente por dos tipos celulares: neuronas y glía, y cuya misión es recibir información del medio externo e interno, procesarla y desencadenar una respuesta. Es también el responsable de controlar numerosas funciones vitales como la respiración, digestión, bombeo sanguíneo del corazón, regular el flujo sanguíneo, control del sistema endocrino, etcétera.
Estas funciones dependen en su mayor parte de las propiedades eléctricas de sus células. Los estímulos externos o internos del organismo son convertidos al lenguaje de las neuronas: corrientes eléctricas que viajan por sus membranas plasmáticas. Del mismo modo el tejido nervioso se comunica con el cuerpo, sobre todo con las células musculares, mediante señales eléctricas y unas moléculas denominadas neurotransmisores. La otra característica que permite el procesamiento, categorización y asociación de información es el elevado grado de interconectividad que existe entre sus células. Es decir, existe una gran y compleja red de conexiones entre neuronas mediante las cuales reciben y envían información. Estos circuitos neuronales son los encargados de procesar y guardar informaciones extremadamente complejas. Otra propiedad del tejido nervioso es la plasticidad celular de las células nerviosas y de las conexiones que establecen entre sí. La mayor parte de esa plasticidad se debe a la reorganización de los árboles dendríticos y axónicos de las neuronas, así como de la modificación en número y propiedades de las sinapsis. Sin embargo, en mamíferos, no se ha detectado una generación importante de nuevas neuronas, lo que se denomina neurogénesis. En roedores se ha encontrado que se producen neuronas nuevas en algunas regiones de encéfalo (bulbo olfativo e hipocampo), pero en humanos no está totalmente claro si ocurre así.
El sistema nervioso también posee una pequeña proporción de matriz extracelular donde abundan las glicoproteínas. La función de la matriz extracelular nerviosa es variada e interviene en la migración celular, extensión de axones, y formación y función de los puntos de comunicación entre neuronas: las sinapsis.
Sistema nervioso central
Sistema nervioso periférico
Las células del sistema nervioso se agrupan para formar dos estructuras: el sistema nervioso central que incluye el encéfalo y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico, formado por ganglios, nervios y neuronas diseminados por el organismo.
Médula espinal.
En el sistema nervioso central hay zonas ricas en cuerpos celulares de neuronas y glía, y sus prolongaciones próximas, que se denomina generalmente sustancia gris, porque tienen un color gris en el tejido fresco, mientras que las zonas ricas en axones mielínicos pero con pocos cuerpos celulares se denominan sustancia blanca. La sustancia blanca es una zona de tractos de fibras. En el encéfalo, la sustancia gris es normalmente superficial, mientras que en la médula espinal es al contrario. Las neuronas se suelen agrupar funcionalmente en capas, como en la corteza (Figuras 1 y 2), o en grupos denominados núcleos. Hay zonas donde abundan más las dendritas y los axones denominadas neuropilos.
Figura 1. Imagen de la corteza cerebral de rata teñida con violeta de cresilo, donde se observan los cuerpos celulares de multitud de neuronas (más grandes) y glía (más pequeños), organizados en capas.
Figura 2. Imagen de una neurona de la corteza cerebral de un ratón teñida con la técnica de Golgi.
El encéfalo y la médula espinal están irrigados por vasos sanguíneos. El volumen de sangre en las diferentes zonas del encéfalo puede regularse, variando el calibre de las arterias, y el de los capilares, para soportar una mayor actividad neuronal. El diámetro de los capilares se regula gracias a los pericitos. El flujo de sangre ha de ser muy ajustado puesto que el tejido nervioso es muy sensible a la falta de oxígeno. Las neuronas mueren tras unos minutos sin oxígeno, es lo que se denominan isquemias.
El tejido nervioso está aislado tanto de la sangre como de los tejidos circundantes. Los capilares están formados por un endotelio fuertemente sellado por uniones estrechas, siendo además la tasa de endoncitosis muy baja cuando se compara con otros capilares. Rodeando al endotelio están los pericitos y la lámina basal, y separando la lámina basal de las neuronas nos encontramos con terminaciones de las prolongaciones de los astrocitos formando una especie de vaina denominada capa limitante. En su conjunto, endotelio, pericitos, lámina basal y capa limitante de astrocitos forman la denominada barrera hematoencefálica. Esta barrera controla estrechamente el trasiego de sustancias entre la sangre y el tejido nervioso. El encéfalo y la médula espinal también están aislados del hueso, tanto cráneo como vértebras, por unas membranas denominadas meninges.