Que reacción tuvo el estado de México en la guerra civil española
Respuestas a la pregunta
Contestado por
1
Mucho se ha escrito y comentado sobre las relaciones entre México y España durante el siglo XX. Lorenzo Meyer, Luisa Treviño, Clara Lida, Antonio Matesanz, Nuria Tabanera, Luis Miguel Díaz, Patricia Fajen, Alfonso Junco, Michael Kenny, y Manuel Ortuño -por citar sólo algunos de los más conocidos- han escrito monografías valiosas sobre la historia de estos vínculos. Casi todas las obras describieron la integración de los exilados en la sociedad mexicana, pero sabíamos poco de la participación de México en la guerra civil española y sus relaciones con el gobierno de Manuel Azaña, a excepción de las poco serias contribuciones de Elwyn Smith y T.G. Powell. Mucho menos conocida aún era la utilización que se dio de la guerra civil española en la política interna mexicana. El libro de Mario Ojeda viene a cubrir de forma magistral este hueco.
El presente estudio, realizado sobre abundantes fuentes documentales tanto mexicanas como españolas, revela que la ayuda que el gobierno de Cárdenas prestó a la República española constituyó un esfuerzo deliberado que tuvo como finalidad subrayar la autonomía política y económica de México en un contexto internacional en que fascistas y comunistas trataban de repartirse el mundo en zonas de influencia; y frenar el posible alzamiento de la derecha mexicana siguiendo los pasos del ejemplo español. En 1936 Cárdenas, en un momento en el que aún no había consolidado plenamente su poder frente al de Plutarco Elías Calles, temía que el alzamiento de grupos conservadores en su contra sirviera de excusa a los Estados Unidos para repudiar la política del “Buen Vecino” y preparar el terreno para un renovado intervencionismo estadounidense en el continente. Mario Ojeda Revah pone de manifiesto que la sublevación de las tropas franquistas ayudó a Cárdenas a identificar a la derecha con el golpismo, la inconstitucionalidad, el desorden y el atraso; y a definir la posición de México en el panorama internacional como el defensor de la legalidad, la justicia y la solidaridad. No fue casual, por tanto, que Cárdenas firmara su más completa solidaridad con el gobierno de la República; que hiciera todos los esfuerzos posibles que estaban en su mano para apoyar con armas y pertrechos al gobierno legítimo de España; que defendiera a la República española ante la Sociedad de Naciones en contra del Pacto de No Intervención impuesto por Francia y Gran Bretaña; que abriera humanitariamente sus fronteras de par en par para que llegaran los cientos de miles de refugiados españoles que huían del horror y la opresión; y que se negara a reconocer el régimen de Franco como legítimo, manteniendo en consecuencia sus relaciones oficiales con el gobierno de la República en el exilio.
En un primer capítulo se ofrece un balance de las relaciones hispano-mexicanas desde la independencia a comienzos del siglo XIX hasta el establecimiento de la República española en 1931. En el segundo se analiza la relación bilateral en el período anterior a la guerra civil. El tercero describe el apoyo que el gobierno mexicano dio a la República, examinando en profundidad las causas de por qué se rompió la tradicional política (doctrina Estrada) de no injerencia en la política interna de países extranjeros. En el cuarto se cuantifica la ayuda militar que México prestó a la República. En el quinto se describen los detalles de la intervención de los voluntarios mexicanos en la guerra civil (en su mayoría en el bando republicano). En el sexto se evalúa el impacto que tuvo la guerra civil española en la escena política mexicana, deteniéndose en la comprensión de la polarización que provocó entre las posiciones de la izquierda y la derecha. Finalmente, en el último capítulo se narra la llegada de los refugiados españoles y la forma en que la victoria de Franco repercutió en la política mexicana hasta las históricas elecciones de 1940 en las que fue elegido el candidato “conservador” Manuel ávila Camacho (1940-1946).
El libro de Mario Ojeda Revah, excelentemente escrito y sólidamente documentado, se ha convertido no sólo en una pieza esencial de la historia de las relaciones entre México y España, sino en un estudio inteligente de las historias de ambos países al poner de relieve una vez más que la política exterior por lo general es utilizada para solventar tensiones de la política interior.
El presente estudio, realizado sobre abundantes fuentes documentales tanto mexicanas como españolas, revela que la ayuda que el gobierno de Cárdenas prestó a la República española constituyó un esfuerzo deliberado que tuvo como finalidad subrayar la autonomía política y económica de México en un contexto internacional en que fascistas y comunistas trataban de repartirse el mundo en zonas de influencia; y frenar el posible alzamiento de la derecha mexicana siguiendo los pasos del ejemplo español. En 1936 Cárdenas, en un momento en el que aún no había consolidado plenamente su poder frente al de Plutarco Elías Calles, temía que el alzamiento de grupos conservadores en su contra sirviera de excusa a los Estados Unidos para repudiar la política del “Buen Vecino” y preparar el terreno para un renovado intervencionismo estadounidense en el continente. Mario Ojeda Revah pone de manifiesto que la sublevación de las tropas franquistas ayudó a Cárdenas a identificar a la derecha con el golpismo, la inconstitucionalidad, el desorden y el atraso; y a definir la posición de México en el panorama internacional como el defensor de la legalidad, la justicia y la solidaridad. No fue casual, por tanto, que Cárdenas firmara su más completa solidaridad con el gobierno de la República; que hiciera todos los esfuerzos posibles que estaban en su mano para apoyar con armas y pertrechos al gobierno legítimo de España; que defendiera a la República española ante la Sociedad de Naciones en contra del Pacto de No Intervención impuesto por Francia y Gran Bretaña; que abriera humanitariamente sus fronteras de par en par para que llegaran los cientos de miles de refugiados españoles que huían del horror y la opresión; y que se negara a reconocer el régimen de Franco como legítimo, manteniendo en consecuencia sus relaciones oficiales con el gobierno de la República en el exilio.
En un primer capítulo se ofrece un balance de las relaciones hispano-mexicanas desde la independencia a comienzos del siglo XIX hasta el establecimiento de la República española en 1931. En el segundo se analiza la relación bilateral en el período anterior a la guerra civil. El tercero describe el apoyo que el gobierno mexicano dio a la República, examinando en profundidad las causas de por qué se rompió la tradicional política (doctrina Estrada) de no injerencia en la política interna de países extranjeros. En el cuarto se cuantifica la ayuda militar que México prestó a la República. En el quinto se describen los detalles de la intervención de los voluntarios mexicanos en la guerra civil (en su mayoría en el bando republicano). En el sexto se evalúa el impacto que tuvo la guerra civil española en la escena política mexicana, deteniéndose en la comprensión de la polarización que provocó entre las posiciones de la izquierda y la derecha. Finalmente, en el último capítulo se narra la llegada de los refugiados españoles y la forma en que la victoria de Franco repercutió en la política mexicana hasta las históricas elecciones de 1940 en las que fue elegido el candidato “conservador” Manuel ávila Camacho (1940-1946).
El libro de Mario Ojeda Revah, excelentemente escrito y sólidamente documentado, se ha convertido no sólo en una pieza esencial de la historia de las relaciones entre México y España, sino en un estudio inteligente de las historias de ambos países al poner de relieve una vez más que la política exterior por lo general es utilizada para solventar tensiones de la política interior.
Otras preguntas
Biología,
hace 7 meses
Historia,
hace 7 meses
Baldor,
hace 7 meses
Matemáticas,
hace 1 año
Matemáticas,
hace 1 año
Ciencias Sociales,
hace 1 año
Matemáticas,
hace 1 año
Castellano,
hace 1 año