que puntos de comparación existen entre la revolucion rusa y el primer militarismo en Perú le doy todos mis puntos al que me lo haga porfassss
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Nacionalismo, neoimperialismo y militarismo en el Perú
(Introducción y Parte primera)* Introducción
Por las circunstancias y las características con las cuales se inauguraba, tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Belaúnde, en la madrugada del 3 de octubre de 1968, el actual régimen militar en el Perú parecía destinado desde el comienzo a generar confusión y desconcierto1
. Dieciocho meses después éste sigue
* Publicado en Quijano, Aníbal 1971 Nacionalismo, neoimperialismo y militarismo en el Perú (Buenos Aires: Periferia). En su primera versión fueron ambos textos publicados conjuntamente bajo un mismo título: 1970 “Carácter y perspectiva del actual régimen militar en el Perú” en Documento de Seminario (Santiago de Chile: CESO-Universidad de Chile). 1 Así se señalaba ya en los más tempranos intentos de análisis de este golpe de Estado. Véase, a este respecto: Collar, Ramón 1968 el golpe militar en el Perú en el contexto de la realidad peruana y latinoamericana (Lima: s/d) octubre, mimeo. Reproducido en Pensamiento crítico (La Habana) abril de 1969.
vigente; y lo que se autodefine como el “Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas”, se presenta corno uno de los fenómenos políticos de más difícil análisis de la historia reciente de América Latina.
Al carácter contradictorio de las principales medidas del régimen se suma, como factor de confusión, la perplejidad que ellas engendran en casi todos los sectores políticos, dentro y fuera del país, porque ésta se traduce en conductas igualmente contradictorias y erráticas de esos sectores frente al gobierno. Por eso, resulta difícil y quizás arriesgado determinar tanto el carácter social del régimen como las probables alternativas de desenvolvimiento de la actual situación. Quien en esas condiciones intentara examinar y evaluar esta experiencia, ciñéndose únicamente a las circunstancias empíricas que hasta aquí la acompañan, y tomando la situación peruana como marco exclusivo de referencia, correría el riesgo de permanecer prisionero de la confusión.