Qué propones para evitar los desplazamientos de personas por problemas del medio ambiente.
Respuestas a la pregunta
El desplazamiento puede ser un medio de escapar de la violencia, pero también puede ocasionar un gran sufrimiento. El desplazamiento no es inevitable, así que ¿qué podemos hacer para evitarlo?
Las cifras hablan por sí solas. Alrededor de diciembre de 2011 fueron desplazadas internamente más de 26 millones de personas, forzadas a abandonar sus hogares por culpa del conflicto armado y la falta de seguridad, mientras que algunos millones más buscaron refugio en el extranjero. Además, se estima que sólo en 2011 fueron desplazadas por culpa de catástrofes naturales unos 15 millones de personas.
Lo que estas cifras no nos dicen es el significado del “desplazamiento” para las personas afectadas. Sufrir un desplazamiento a menudo supone sólo el principio de una serie de retos entre los que se hallan la constante falta de seguridad, desplazamientos posteriores por culpa de ataques a los campos y asentamientos, y estar expuestos a amenazas como la violencia sexual, los reclutamientos forzados y la trata de personas. El daño emocional del individuo es inmenso.
A pesar de los esfuerzos de las organizaciones humanitarias, el desplazamiento a menudo desemboca en hambre y enfermedades físicas y mentales. Se produce una pérdida de la dignidad, ya que los individuos y sus familias llegan a depender de los demás para sobrevivir. Los niños no pueden ir al colegio y muchos no pueden recibir los cuidados médicos que necesitan. Los efectos del desplazamiento pueden durar toda una vida o más, perjudicando las perspectivas de las generaciones futuras. Para muchas personas desplazadas en el mundo, la experiencia puede provocar una pérdida permanente de sus medios de vida u oportunidades laborales, y su situación puede convertirse en una probreza crónica. La gente pierde el contacto con su país, con su cultura, con su comunidad. Es devastador.