QUE PROPICIAN LA INDEPENDENCIA DE NUEVA ESPAÑA, HACIA LA CORONA ESPAÑOLA. *
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La ocupación francesa de la metrópoli en 1808 desencadenó en Nueva España una crisis política que desembocó en el movimiento armado. En ese año, el rey Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de Napoleón Bonaparte, que dejó la corona de España a su hermano José Bonaparte
Explicación:
espero te ayude si estoy mal me avisas :)
1 punto
Falta de baño, alimenticios, y exceso de horas libres sin actividad
Influencia del pensmiento ilustrado, independencia de las 13 colonias, revolución industrial, revolución francesa
Respuesta:
La interpretación general del proceso de la independencia que se presenta, en este trabajo
de investigación, intenta corregir una visión, —casi con carácter de axiomática—, que sitúa
su comienzo en mayo de 1808, suponiendo que el hecho que llevó a la élite criolla a
comenzar el movimiento emancipador fue la ocupación francesa de España ocurrido en esa
misma fecha, y situando a su vez, la culminación en septiembre de 1821, cuando en ese
período Agustín de Iturbide pactó alianzas con casi todas las facciones —incluyendo al
gobierno virreinal—, y de esta suerte se consumó la independencia el 27 de septiembre de
ese mismo año. Insistiendo con ello en arrebatar, bajo la confusión de volcar solo sobre las
condiciones externas, y por lo tanto ajenas, de estos hitos, acaecidas en España, la
explicación universal —usada ésta, a modo de signo igual colocado al final de una compleja
ecuación matemática, que da como resultado final e inapelable que esos fueron
efectivamente, factores desencadenantes, convertidos así, en determinaciones unívocas de
una lucha por la independencia que ocurre, se vive, se padece, se concibe, en las tierras
lejanas del otro lado del océano— .
Con esta confusión se elude el rico y complejo proceso de las determinaciones internas
novohispanas que llegaron a la conclusión, de que debía emprenderse la lucha por la
independencia por diversas vías y medios —lo cual adelanta la fecha hito de carácter
coyuntural, para insertarla en una estructura de proceso complejo de larga duración, esto es,
entra en la historia como una evolución cuya génesis por profunda y duradera, provoca se
deba de retrasar de manera paralela la fecha de consumación que como parte también
integrante del conjunto, tiende a extenderse en las múltiples consecuencias que de ello se
derivan, y que además, no eluden ni por un extremo, ni por el otro, la constante ratificación y
consolidación del objetivo de consumar la independencia.—al protagonista de la historia, ser
difuso, histórico, conceptual y por tanto humano— .
La tesis planteada por Lucas Alamán desde mediados del siglo XIX en su Historia de Méjico,
en la que argumenta que la revolución que estalló en 1810 Con el Grito de Dolores sólo
había producido la muerte de miles de personas además de la desolación del reino más
floreciente de la monarquía española, teniendo en este sentido en cuenta que: “El alto clero
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se caracterizó por una fidelidad absoluta a la corona, y el bajo, por asumir un primer papel en
la creación de los contenidos políticos revolucionarios…Las élites urbanas tradicionalistas y
conservadoras, perdida su capacidad económica por la ruina de la guerra ha dejado caer
sobre sus bienes y medios de vida, aunadas comercialmente por la presencia de mercaderes
extranjeros que traen grandes capitales de maniobra para operar en el mundo de las
transacciones con un cierto margen de tranquilidad y éxito”1
Como imagen, y ante estos hechos, efectivamente, se ejercería una influencia tan profunda,
que en la historiografía contemporánea que se ocupa del tema, pareciera casi inútil el volver
a estudiar aquel movimiento que se extendió a gran parte de la Nueva España, y que
además fue encabezado por decenas de curas, militares, abogados, hacendados y
rancheros entre los años 1810 y 1820.
Con el temor añadido de ser objetos de la acusación de ejercer como "historiadores
tradicionales" si no se entraba de lleno a estas formas ya enraizadas, sin embargo la
emancipación de ello, bajo la intención de evadir este tema, a pesar de poder ser delatados
de levantar un panteón basado en la “edad dorada”, provocó que se cayera
sistemáticamente en ello, así es posible leer historias de la historia, narrativas, en forma de
novelas, donde la visceralidad, la subjetividad, el propio criterio y la filosofía política personal
o grupal ejercen de marco sobre el que la historia derrama sus páginas, no es otra cosa más,
que la manifestación de la lucha encarnizada entre conservadores y liberales que marcaría
todo el XIX, gran parte del XX y que aún en la actualidad es detectable, no solo en los textos,
sino también en las aulas.
La propuesta que parte del título de esta tesis —De las ideas de independencia en la nueva
España a la dependencia de las ideas en el nuevo México— surge de la necesidad de hacer
un uso racional de los modelos de estudio, abortando la visión modernista de un modelo
como representación de la realidad.