¿Qué piensas sobre la inseguridad ciudadana?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Cómo nos afecta la inseguridad ciudadana a todos?
Los problemas de inseguridad y violencia que vive Costa Rica actualmente están afectando los derechos que tenemos a la propiedad y a la vida. La inseguridad nos afecta en los trabajos, en la forma que vivimos y nos incita a la desconfianza. Ya no nos sentimos seguros en ningún espacio público.
Respuesta:
En la última década, la inseguridad se ha posicionado como la principal preocupación ciudadana, tal como demuestran distintas encuestas de la región latinoamericana, que la ubican en el tope de las inquietudes nacionales al superar problemas como el desempleo, la corrupción o la inflación. Por ejemplo, un estudio diacrónico de la consultora Latinobarómetro muestra que la delincuencia se configura como el principal problema de importancia en la región que asciende, con vaivenes, desde 2004 en adelante.
Suele afirmarse que la inseguridad posee dos dimensiones: por un lado, la objetiva, que refiere a las tasas de delitos elaboradas con base en denuncias efectivas y en las encuestas de victimización (que recogen los hechos denunciados y los no denunciados); por otro, la dimensión subjetiva, que se refiere al grado de temor y a otros sentimientos expresados por los individuos, y que se miden en distintas encuestas ya incorporadas como una dimensión en las mediciones oficiales de victimización.1 En relación con los datos objetivos, el estudio de Latinobarómetro muestra que, si bien el subcontinente redujo la pobreza de 48.3% a 33.2% entre 1990 y 2008, la desigualdad sigue siendo muy profunda: el 20% más rico concentra 57.8% del ingreso. La medida usual de desigualdad, el coeficiente de Gini, alcanza valores en los países de la región que ningún país europeo y sólo uno en Asia soporta. Al mismo tiempo, 10 de los 20 países con mayores tasas de homicidios del mundo son latinoamericanos. En relación con la dimensión subjetiva, el mismo informe muestra que durante 2011, un promedio de 33% de los entrevistados aseguró haber sido él (o algún familiar) víctima de un delito, es decir, 1 de cada 3 latinoamericanos fue víctima o tuvo una víctima en su círculo familiar cercano durante el último año. En el cuadro expuesto a continuación, se evidencia que los países con mayor porcentaje de victimización son México, Perú, Argentina, Costa Rica y Colombia, con más de 38%.2