Religión, pregunta formulada por florortiz202023, hace 4 meses

Que Periodo Abarca La Historia De La Salvación?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por gustavo26090824
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SUMARIO: I. La historia de Dios es tangencial a la historia humana: 1. El misterio de salvación; 2. Revelación e historia de la salvación; 3. Jesucristo, centro y culmen de la historia de la salvación. II. Características de la historia de la salvación: 1. Plan salvífico de Dios; 2. Historia humana; 3. Función de la comunidad creyente; 4. Función de los transmisores; 5. Esquema promesa-cumplimiento; 6. Sentido de la historia de perdición; 7. Historia salvífica y celebración. III. Función histórica de la experiencia religiosa: 1. Hechos y palabras; 2. Historia sagrada e historia de salvación; 3. Tarea de la catequesis. IV. Etapas de la historia de la salvación: 1. El tiempo de Israel; 2. El tiempo de Jesucristo; 3. El tiempo de la Iglesia. V. La historia de la salvación en la catequesis española: 1. La corriente kerigmática; 2. La corriente antropológica; 3. La «traditio evangelii in symbolo». VI. Indicaciones metodológicas. Conclusión.

El concepto historia de la salvación, en su formulación explícita, tiene un origen reciente, pero su contenido es tan antiguo como la religión bíblico-cristiana. La catequesis de la Iglesia siempre ha tenido presente el plan salvífico de Dios, si bien han variado los acentos, a favor o en contra, según concepciones ideológicas de la filosofía o de la teología de la historia, claramente ligadas al tiempo en que han nacido y de las que la misma catequesis, catequistas y catecismos han podido estar influenciados. A lo largo de todo el pensamiento bíblico se verifica que entre el pueblo que vive sus vicisitudes y el Dios que salva existe una relación histórica. En la dinámica promesa-cumplimiento está constituido el núcleo de la historia de la salvación. Bajo la clave de la alianza lo confiesa Israel en el Antiguo Testamento (Dt 6,20-23; 26,1-11; Jos 24,1-13; Neh 9,7-25), y bajo la clave del reino lo anuncia Jesús y lo predica la Iglesia en el Nuevo.

«Dios, después de haber hablado muchas veces y en diversas formas a nuestros padres por medio de los profetas, en estos días, que son los últimos, nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por quien hizo también el universo» (Heb 1,1-2). La historia de la revelación de Dios a los hombres y en el mundo tiene un proceso evolutivo, lento y progresivo; el credo cristiano no se basa en esquemas abstractos de filosofía sobre la vida, sino en el hecho de que Dios se ha manifestado en la historia y nos ofrece la salvación. Dios habla en la creación, Dios habla en las situaciones más diversas de Israel, Dios habla en Jesucristo, Dios habla por medio de la Iglesia, Dios habla dentro de nuestras vidas.

El cristiano tiene la certeza de que recibe la palabra de Dios en lo concreto de su existencia, como un evangelio, como una buena noticia. Así: ¿cómo y con qué finalidad Dios se hace palabra en nuestra historia humana y de qué manera esa palabra es reconocida en el corazón y la inteligencia del hombre?; ¿en qué situaciones, en medio de qué interrogantes vitales, de qué anhelos o de qué abandonos se sirve para manifestar su plan de salvación?; ¿cuáles son los signos de los tiempos y qué valor hay que atribuirles? (cf Directorio general de pastoral catequética de 1971, DCG 11). Esta revelación y su tradición en la Iglesia son una experiencia viva; encuentran su expresión justa en la acción y en la reflexión, en unos gestos y en unas palabras, en la densidad de vida de unos personajes o de unos acontecimientos, en el seno de la Iglesia asistida y renovada por el Espíritu de Jesucristo, a lo largo de toda la historia de la humanidad.

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