que pensó Moctezuma cuando sus mensajeros le transmitieron que hernan cortes quería probar si era verdad que eran valientes y fuertes como le habían dicho
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3-mar-2021.
Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente
Era costumbre entre la población azteca bañarse con regularidad en lagos y ríos. Muchas casas contaban además con un baño de vapor y a modo de jabón usaban un fruto llamado copalxócotl, conocido hoy como chupandía.
OBRA ANÓNIMA, MOCTEZUMA Y SU EFIGIE EN CHAPULTEPEC, SIGLO XVII. EN CÓDICE DURÁN
Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente
OBRA ANÓNIMA, CONQUISTA DE MÉXICO, NÚM. 3, SIGLO XVII, ÓLEO SOBRE TELA. BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EUA
Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente
Moctezuma se presentó ante los españoles de acuerdo con su condición de líder de alta estirpe. El encuentro visual de sus ropajes, así como su salida de la ciudad rodeado de su séquito, fue una muestra de poder.
OBRA DE J. M. MOREAU, LOS ESPAÑOLES Y EL ENCUENTRO CON MOCTEZUMA, SIGLO XIX, LITOGRAFÍA
Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente
OBRA ANÓNIMA, DE MOCTEZUMA Y DE SUS GRANDES, SIGLO XVII. EN CÓDICE DURÁN
Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente
Era costumbre entre la población azteca bañarse con regularidad en lagos y ríos. Muchas casas contaban además con un baño de vapor y a modo de jabón usaban un fruto llamado copalxócotl, conocido hoy como chupandía.
OBRA ANÓNIMA, MOCTEZUMA Y SU EFIGIE EN CHAPULTEPEC, SIGLO XVII. EN CÓDICE DURÁN
Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente
OBRA ANÓNIMA, CONQUISTA DE MÉXICO, NÚM. 3, SIGLO XVII, ÓLEO SOBRE TELA. BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EUA
Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente Moctezuma II y Hernán Cortés frente a frente
A quinientos años del histórico encuentro
El encuentro sostenido por el emperador
Moctezuma II y el capitán Hernán Cortés el 8 de noviembre de 1519 se significó no solo por los eventos que terminarían en la conquista del imperio azteca; también reveló un nuevo mundo sensorial donde las costumbres, las creencias religiosas y los roles sociales mostraron las analogías y diferencias entre ambas culturas. Ese choque de los sentidos (auditivo, visual, táctil, gustativo y olfativo) jugó un papel definitivo en la representación del otro, siendo el sentido de la vista el que matizó, por encima del resto, las descripciones emitidas de ese primer acercamiento.
¿Pero qué sucedió con el resto de los sentidos? ¿Hasta dónde se sorprendieron con ellos al punto de plasmar sus impresiones en las crónicas? Las texturas, los sabores, los sonidos y los olores fueron percepciones marginadas en los registros documentales; pero su lectura se encuentra entrelíneas, no solo en ellos, sino en las costumbres de cada cultura al despuntar el siglo XVI.
De entre los sentidos, el olor destaca porque no es posible evadirlo, se huele al mismo tiempo que se respira y lo que experimentaron ambos personajes se manifestó como una nueva sensación odorífica. Olores marcados por las emanaciones propias de cada individuo y su cultura; es decir, el olor manifestado como un símbolo de identidad.
El prejuicio del encuentro
Al hallarse ambos personajes frente a frente comenzaron una exploración sensitiva precedida por el temor y el asombro del otro, impresiones nacidas de aquellos que los describieron antes del encuentro. Al enviar Moctezuma II a sus mensajeros para que dieran cuenta de los españoles, estos le señalaron que ellos no dejaban de preguntar por el gobernante azteca; querían saber qué persona era, si viejo, si mozo, si era de mediana edad o si tenía canas.
Esa curiosidad se mantuvo entre los peninsulares hasta que lo tuvieron en persona; al mismo tiempo, Moctezuma II deseaba saber todo sobre estos últimos y fueron los mismos mensajeros quienes le relataron lo que vieron en su entrevista con Hernán Cortés, fue entonces que Moctezuma se espantó mucho y comenzó a temer, pero también se maravilló de su armamento, especialmente del arcabuz que tronaba quebrando las orejas, del fuego que echaban por la boca y del hedor de la pólvora que parecía cosa infernal, fetidez que los españoles