que pasa si las dimensiones humanas se separan?
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En un país donde el pesimismo goza de buena salud, resulta extraño encontrarse a personas como Mario Alonso Puig. Este cirujano, que llegó a trabajar en Harvard, es miembro de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias, ha escrito cuatro libros y, en los últimos años, incluso se ha atrevido a aventurarse en el mundo de la docencia hasta convertirse en uno de los coachs más demando por las principales escuelas de negocio. Pero, ante todo, Alonso es un optimista por naturaleza. "El pesimismo es una actitud muy dañina entre otras razones porque favorece la muerte de neuronas cerebrales y porque puede dañar la salud", asegura.
Convencido de que una buena actitud es fundamental para superar cualquier enfermedad, Mario Alonso Puig es uno de los más acérrimos defensores de la psicología positiva, disciplina que estudia las bases del bienestar psicológico y de la felicidad. "Cuando alguien se cae, el dolor es inevitable, pero uno puede hacer dos cosas, quedarse mirando al suelo o empezar a levantar la cabeza para mirar al horizonte. La psicología positiva es una disciplina enfocada en la persona y en los extraordinarios recursos que todo ser humano puede despertar y desplegar en un momento determinado de su vida". Lo dicho, un optimista.
Pese a que pueda parecer que se trata de una disciplina eminentemente teórica, las emociones tienen un impacto directo en el organismo y Alonso lleva años estudiándolas. Así, cuenta, un estado de confianza e ilusión estimula el trabajo del área prefontal del cerebro, mientras que una actitud de desesperanza o impotencia perturba su funcionamiento. Psicología y fisiología son términos inseparables y, por eso, este cirujano no entiende cómo la medicina se ha alejado tanto de su vertiente más humanista. "No entiendo cómo hoy en pleno siglo XXI donde la investigación ha demostrado tan claramente el impacto físico de las emociones, hay tantas facultades de medicina donde sólo y exclusivamente se enseñan conocimientos técnicos y no se sensibiliza a los estudiantes sobre el valor de un trato profundamente humano", indica.
El próximo 21 de octubre, Mario Alonso Puig participará, junto a ponentes de la talla de José Antonio Marina, Jorge Blass y Noreena Hertz, en el UBS Forum 2015, celebrado en el Museo Reina Sofía. Un evento de referencia a nivel mundial donde los ponentes discutirán sobre neurociencia y el poder la información para engañar a la mente, influir en la percepción y condicionar las decisiones del individuo.
¿Qué lleva a un médico especialista en Cirugía General y Digestiva a dedicarse al estudio de la la mente humana?
La mente y el cuerpo son dos dimensiones que se pueden distinguir pero que no se pueden separar. Es como una hoja de papel que tiene un anverso y un reverso. No existe una hoja de papel en la que se pueda quitar el anverso y dejar solo el reverso. Por eso la mente está presente no solo en lo que pensamos y en lo que sentimos, sino también en lo que sucede en cada una de las células y órganos de nuestro cuerpo. Según estudios realizados a lo largo de muchos años por la Universidad de Harvard, en Boston, entre un 60% y un 80% de las enfermedades que padecemos, tienen una relación directa con las denominadas emociones tóxicas, emociones como la desesperanza, la angustia y la sensación de impotencia. Este tipo de emociones generan daño físico porque son capaces de producir aumento de los radicales libres, perturbaciones profundas en el equilibrio hormonal y en la propia dinámica de los cromosomas.
Un médico no debe limitarse a tratar enfermedades, sino que ha de ser también capaz de relacionarse con la persona enferma y con el mundo afectivo de incertidumbres, preocupaciones, miedos y anhelos en los que se ve inmersa. Sentirse escuchado y comprendido en momentos tan difíciles tiene un marcado impacto positivo en cómo el organismo en su conjunto responde a la enfermedad.
Antes de entrar en la universidad, un libro me hizo darme cuenta de la importancia del humanismo en la medicina y por eso comprendí que mi formación nunca podría ser completa ni podría dar todo lo que los enfermos necesitaban y merecían si no exploraba en profundidad aquellas dinámicas mentales que están presentes cuando hacemos frente a cualquier desafío en nuestra vida, desafío como puede ser una enfermedad.