¿Qué partidos políticos surgieron después de la Constitución de 1991 en Colombia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En el fondo, si bien formalmente se vieron cambios significativos (disminución de las microempresas electorales, por ejemplo) los factores que unían y
desunían los partidos resultantes seguían siendo más intereses personales que generales, todo
dentro de un contexto de continuidad de las prácticas políticas perversas que la Constitución
de 1991 quiso eliminar.
El tercer período corresponde al momento de expedición del acto legislativo 01 de 2009
que pretendía, entre otras cosas, aumentar la disciplina al interior de los partidos y evitar que
los grupos al margen de la ley, en especial los paramilitares, siguiesen accediendo (¿cooptando?) al Estado por medio del apoyo a congresistas afectos a sus intereses. El primero de estos
10
puntos de reforma buscaba consolidar los partidos al aumentar la exigencia de disciplina de
sus miembros, a la vez que así se aumentaba la gobernabilidad en tanto que el poder Ejecutivo
ya no negociaría con cada uno de los representantes elegidos sino con los dirigentes de cada
partido en el momento de organizar las coaliciones de gobierno. El segundo de estos puntos,
era la respuesta mediática al escándalo de la parapolítica, esto es, a la cooptación del Congreso (o buena parte de él) por parte de los paramilitares1
. No obstante, como bien lo analiza el
autor de este libro, estas reformas, si bien tuvieron efectos políticos inmediatos, no lograron la
transformación radical que se le ha exigido el sistema político colombiano, en la medida que
las prácticas electorales perversas de vieja data continuaron y, además, las medidas tomadas
no fueron suficientes para evitar que los grupos armados siguieran interfiriendo en el proceso
electoral. Incluso, este escenario de reforma constitucional posibilitó un incremento del poder
del Presidente, quien, con el control casi total del Congreso, logró los cambios constitucionales
que requería para cimentar una “democracia delegativa” a la colombiana, que ha dejado sus
efectos perversos hasta nuestros días2
.
En este punto, el autor, aprovechando sus conocimiento de las reformas políticas y de sus
fracasos, movido por el gran interés de fomentar un sistema partidista que esté en consonancia directa con una democracia real, sugiere una reforma concreta que, según él, mejoraría en
alguna medida el escenario político, aunque deja en claro (y es un asunto que subrayaré más
adelante) que ninguna reforma, por sí misma, podrá cambiar sustancialmente el escenario
partidista colombiano a menos de que se enfrenten, de una vez por todas, los problemas estructurales que aquejan al país.
Explicación:
Respuesta:
desunían los partidos resultantes seguían siendo más intereses personales que generales, todo
dentro de un contexto de continuidad de las prácticas políticas perversas que la Constitución
de 1991 quiso eliminar.
El tercer período corresponde al momento de expedición del acto legislativo 01 de 2009
que pretendía, entre otras cosas, aumentar la disciplina al interior de los partidos y evitar que
los grupos al margen de la ley, en especial los paramilitares, siguiesen accediendo (¿cooptando?) al Estado por medio del apoyo a congresistas afectos a sus intereses. El primero de estos
10
puntos de reforma buscaba consolidar los partidos al aumentar la exigencia de disciplina de
sus miembros, a la vez que así se aumentaba la gobernabilidad en tanto que el poder Ejecutivo
ya no negociaría con cada uno de los representantes elegidos sino con los dirigentes de cada
partido en el momento de organizar las coaliciones de gobierno. El segundo de estos puntos,
era la respuesta mediática al escándalo de la parapolítica, esto es, a la cooptación del Congreso (o buena parte de él) por parte de los paramilitares1
. No obstante, como bien lo analiza el
autor de este libro, estas reformas, si bien tuvieron efectos políticos inmediatos, no lograron la
transformación radical que se le ha exigido el sistema político colombiano, en la medida que
las prácticas electorales perversas de vieja data continuaron y, además, las medidas tomadas
no fueron suficientes para evitar que los grupos armados siguieran interfiriendo en el proceso
electoral. Incluso, este escenario de reforma constitucional posibilitó un incremento del poder
del Presidente, quien, con el control casi total del Congreso, logró los cambios constitucionales
Explicación: