Qué papel desempeña la violencia en la mayoría de los programas de televisión
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Respuesta:
Explicación:La violencia en televisión se ha convertido en un tema trivializado donde muchas asociaciones de telespectadores se dedican a quejarse de los contenido de X o de Y programa, un debate que se traslada a las productoras que defienden a capa y espada la “libertad de expresión”. En la sociedad española, a diferencia de nuestros vecinos franceses, se permite mucho la emisión de contenidos que incitan a la violencia. Es, según parece, precisamente la sociedad la que no puede hacer nada por cambiar la situación actual de la que gozamos, esto es, un feudo televisivo donde, pese a la autorregulación de contenidos en las cadenas de televisión, existen maniobras, actitudes y formas que también se pueden considerar como “violencia”.
No ha sido hasta hace unos años cuando el Gobierno ha impuesto “seriamente” la autorregulación de las cadenas de televisión. El argumento principal ha sido la emisión en horario infantil de los programas basura, así como los contenidos que incitan a la violencia, al odio por raza, sexo, religión, y otras consideraciones que se recogen en el informe del Comité de Sabios (un documento que debemos leer).
Conviene que ampliemos el concepto de violencia y que lo usemos –si cabe la expresión- de etiqueta para ponérsela a los numerosos agentes que se la merecen, tales como productores, guionistas, directores, programadores, editores, grafistas, productores, periodistas, etcétera. Porque existen muchos responsables, y la mayoría de las veces que asistimos a debates televisivos - por ejemplo en 59”, el programa de TVE – donde asociaciones de telespectadores acusan a programadores y a otras emisiones violentas, no estamos más que ante una visión superficial del fenómeno de la violencia televisiva de este país.
La sociedad puede mostrar sus quejas mediante el defensor del pueblo, o a través de tantas asociaciones de telespectadores como existen, pero es ella misma la que crea la “enfermedad que justifica la actitud de las productoras”. ¿Cómo convencer a las productoras de no diseñar contenidos estilo “Crónicas marcianas”, “Aquí hay tomate”, “La Casa de tu vida”, plataformas de llamada a los sentimientos más primarios del ser humano – sexo, violencia, morbo –, si son los espacios más vistos de la televisión?