¿Qué otras expediciones marítimas emprendieron los europeos en búsqueda de las nuevas rutas para llegar a Asia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Durante los siglos XV y XVI se realizaron muchas expediciones marítimas desde Europa en busca de nuevos territorios. Este momento de la historia se conoce como la Era de los Descubrimientos.
Navegantes como Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes o Vasco da Gama recorrieron mares y océanos que nadie había explorado hasta entonces y transformaron la representación del mundo que existía en aquella época.
En la primera mitad del siglo XV fueron los portugueses, capitaneados por Enrique el Navegante, los que emprendieron la exploración de las costas de África.
Y en 1492 la historia del mundo cambió para siempre cuando Cristóbal Colón alcanzó la costa americana y empezó la colonización del continente.
Explicación:
Respuesta:
La ruta marítima para llegar a la India y China aprovechaba los vientos monzónicos: entre abril y junio partían las naves hacia Asia oriental, desde Suez o Basora navegando por el mar Rojo o el golfo Pérsico, respectivamente,f hasta el mar de Arabia, donde el monzón del sudoeste –que sopla hacia tierra– las impulsaba hacia el océano Índico y el mar de China.g Unos seis meses después, entre octubre y diciembre, el monzón del nordeste –que sopla hacia el mar– facilitaba el retorno a los puertos de origen.23
La ruta terrestre o Ruta de la seda, realmente la constituían dos diferentes con diferentes ramales y puntos de destino, al terminar unas en diferentes puertos del Mediterráneo oriental, principalmente Alejandría, Damasco y Alepo,h4 y la otra en varias partes del mar Negro. Ambas partían de Pekín y Shanghái para llegar a la ciudad china de Xian, considerada tradicionalmente por los europeos como el extremo oriental de dicha Ruta. Desde Xian recorrían Asia; una bordeaba el sur del mar Caspio y Bagdad, esta ruta recibía ramales provenientes incluso de las estribaciones del mar de Aral. La segunda se dirigía hasta Bujará, en el centro de Asia, recibiendo una derivación desde Delhi y Agra en la India. Más allá de Bujara, en Samarcanda,i al norte del Pamir, la ruta de la seda se bifurcaba de nuevo: por el norte, hacia Almaty y por el Este bordeando el Himalaya.
Las vías comerciales traían las codiciadas especias. Estas semillas y tallos aportaban gran variedad de ventajas. Por una partes reforzaban los métodos de conservación existentes y deficientes del momento, como era el salado y el ahumado, posibilitando disfrutar de los alimentos en buenas condiciones durante más tiempo.6 En segundo lugar, permitían quitarles partes del sabor y olor putrefacto que presentaban muchos platos debido a lo imperfecto de las conservas.6 En tercer lugar, constituían una fuente de farmacopéa con algunas propiedades antisépticas, estimulantes para la digestión y estimulantes para el aparato respiratorio (Gheerbrant, 1990, p. 15). Por último, aportaban y aportan un sabor más agradable a muchos plato