Religión, pregunta formulada por morenomendezangela6, hace 4 meses

¿Qué opinión tiene de la siguiente afirmación: “Magisterio eclesiástico has expuesto
difusamente la doctrina Cristiana sobre la sociedad humana”?

Respuestas a la pregunta

Contestado por mirellylopez2011
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Respuesta:

El magisterio de la Iglesia (latín Magisterium Ecclesiae) es la expresión con que la Iglesia católica se refiere a la función y autoridad de enseñar que tienen el papa (magisterio pontificio) y los obispos que están en comunión con él.

Dice el Catecismo de la Iglesia católica: "El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo" (DV 10), es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma." (nro 85).

Dentro del magisterio eclesiástico se distinguen:

el magisterio solemne (o extraordinario): es ejercido por un concilio ecuménico o por el papa cuando define ex cathedra una doctrina de fe. Según la doctrina católica, el magisterio solemne es infalible (no puede contener error) e incluye las enseñanzas excathedra de los papas y de los concilios convocados y presididos por él.

el magisterio ordinario: también llamado magisterio ordinario y universal, es el ejercido habitualmente por el papa y por los obispos que se hallan en comunión con él en sus respectivas diócesis; también por los concilios en cuestiones de índole pastoral (que no involucran enseñanzas infalibles), y por las conferencias episcopales.

Aunque se insta a los fieles católicos a creer y proclamar no solo el magisterio solemne, sino también el magisterio ordinario, cabe que decisiones ulteriores del magisterio alteren o contradigan el contenido anterior de este último. Dice el Código de Derecho Canónico: Se ha de creer con fe divina y católica todo aquello que se contiene en la palabra de Dios escrita o transmitida por tradición, es decir, en el único depósito de la fe encomendado a la Iglesia, y que además es propuesto como revelado por Dios, ya sea por el magisterio solemne de la Iglesia, ya por su magisterio ordinario y universal, que se manifiesta en la común adhesión de los fieles bajo la guía del sagrado magisterio; por tanto, todos están obligados a evitar cualquier doctrina contraria. (Canon 750, libro III)

La obligación del fiel católico es creer y defender activamente todo lo que enseña el magisterio eclesiástico sagrado, «con la plenitud de su fe», y también lo que enseña el magisterio ordinario, pero con un grado menor. Puede leerse en los Ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (jesuitas):

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