que opinion se merece el papel de la iglesia catolica en la esclavitud
Respuestas a la pregunta
La esclavitud ha durado casi hasta nuestros días, en Occidente hasta finales del siglo XIX. Todavía quedan prácticas esclavistas en poblados africanos, además de opresiones asimilables como la trata de blancas o el trabajo infantil1. Pero la conciencia de la inmoralidad e inhumanidad de la esclavitud es una adquisición enormemente extendida y casi universal. La ley francesa del 10-5-2001 reconoce que la trata y la esclavitud (de los siglos XV-XIX) son crímenes contra la humanidad.
La ONU declaró el año 2004 como Año internacional de conmemoración de las luchas contra la esclavitud et de la abolición.
En su perduración y abolición, ¿fueron fundamentales causas de orden económico, de desarrollo de la ciencia y de la técnica, y específicamente las fuerzas necesarias para la producción de bienes? ¿O hubo un crecimiento y madurez de la conciencia humana, primero en individuos y pequeños grupos y luego extendiéndose a lo ancho de la humanidad? Y, como tema específico de este artículo ¿cuál fue la actitud de los cristianos ante ella? En nuestra actual mentalidad nos puede chocar que el cristianismo al introducirse en la antigua sociedad pagana no percibiese la intrínseca inhumanidad de la esclavitud y no se esforzase por abolirla.
Vamos a hacer una sumaria relación de distintas épocas desde la aparición del cristianismo, exponiendo el pensamiento de algunos personajes significativos y diversas actitudes en pro o en contra de la esclavitud.
El cristianismo primitivo
El cristianismo, al entrar en contacto con una sociedad preexistente, critica y repudia algunos aspectos que ve como incompatibles con su fe y sus exigencias, pero también adopta, asimila o deja subsistentes otras prácticas, costumbres, valores y corrientes de pensamiento.
Los cristianos de los primeros tiempos tienen conciencia de la radical novedad que Jesucristo introduce en las relaciones entre los hombres, que afectan todas las condiciones humanas. Pablo les dice: "Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo. Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer: todos sois uno en Jesucristo" (Gal 3, 27-28; Col. 3, 11). Imposible anunciar un principio más radical de igualdad. Pero al mismo tiempo en sus recomendaciones morales Pablo exhorta a la sumisión de los esclavos a sus amos (Ef.6, 5-6, Col.3, 22; y la 1ª Ep. de Pedro añade "incluso a los que son duros" 2,18). Hay que considerar las posibles causas de esta antinomia y la inmensa repercusión que ha tenido en la humanidad.