Que ocurrio en la batalla de Pavon?
Respuestas a la pregunta
Posturas políticas
Por un lado, los porteños de Buenos Aires pretendían imponer su hegemonía sobre todo el país.
Por el otro, los provincianos querían descentralizar el poder del Estado, dando autonomía estatal a las provincias.
Federales y unitarios existían tanto en las provincias interiores como en la provincia y ciudad de Buenos Aires (en ese entonces la provincia de Buenos Aires que incluía a la ciudad de Buenos Aires era la única de Argentina con salida marítima, o más exactamente: oceánica, lo cual le daba una enorme ventaja económica, estratégica y geopolítica sobre las otras provincias hermanas). Es cierto que estaban enfrentados entre sí, pero a la hora de defender lo suyo, se unían para enfrentar a su enemigo (a Buenos Aires o a las provincias según cada caso). El país estaba dividido entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires, enfrentados en una guerra civil intermitente. La segunda batalla de Cepeda (Pergamino, 1859) y el pacto de San José de Flores (1860) habían reunido la provincia de Buenos Aires con el resto del país. Al menos, de manera nominal. Pero realmente no había solucionado nada, ya que ambos bandos estaban casi convencidos de que se volverían a enfrentar.
Derqui, presidente de la Confederación; Mitre, gobernador de Buenos Aires
Terminado su período presidencial en 1860, el capitán general Justo José de Urquiza entregó el mando ante el Congreso Nacional de Paraná al abogado cordobés Santiago Derqui.
Ese mismo año, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires eligió gobernador al brigadier Bartolomé Mitre, comandante en jefe del ejército porteño y el jefe que Urquiza había derrotado en la cañada de Cepeda el año anterior (1859).
Conflictos en el interior
Durante la presidencia del General Urquiza las provincias del interior habían estado en paz, con la excepción de San Juan, en la cual un crimen político sirvió de catalizador para la guerra civil que culminó en Cepeda. Las cosas cambiaron al ascender a la presidencia Santiago Derqui.
Varios caudillos locales, genéricamente unitarios, se habían mantenido en paz con el gobierno central. Pero con el nuevo presidente, se lanzaron públicamente a la oposición: tal el caso de Manuel Taboada (en Santiago del Estero) o de José María del Campo (en Tucumán).
Las corrientes que el gobernador Juan Pujol había mantenido unidas en Corrientes volvieron a enfrentarse a su muerte.
El gobernador cordobés Mariano Fragueiro manejó muy mal sus relaciones con la oposición; y cuando la situación se hizo más violenta, Derqui intervino el gobierno de la provincia12 (una fuerza de 2000 puntanos al mando de Juan Saá invadió la provincia)13 y se trasladó a esa ciudad.
La situación más grave se dio nuevamente en la provincia de San Juan, donde el gobernador, el coronel José Antonio Virasoro (un correntino) fue derrocado y asesinado en una rebelión liberal que contó con apoyo de varios políticos porteños.14 Los liberales nombraron gobernador al abogado Antonino Aberastain. El presidente envió una intervención federal a la provincia, al mando del gobernador de San Luis, coronel Juan Saá, pero el nuevo gobernador, Aberastain la enfrentó militarmente. Fue derrotado y asesinado en Pocito, lo que permitió a los porteños acusar a Derqui de haber provocado el crimen.
Elecciones en Buenos Aires
Para hacer efectiva la unión de la provincia rebelde a la Nación, se efectuó en Buenos Aires la elección de diputados provinciales ante el Congreso Nacional. Pero, tal vez como una forma de provocación, o de desprecio a las leyes nacionales, fueron realizadas de acuerdo con la ley electoral porteña, y no por la ley nacional. Los diputados fueron rechazados en el Congreso, y los senadores se retiraron en solidaridad con aquellos.
Por este y otros motivos, el presidente Santiago Derqui dictó un decreto convocando a nuevas elecciones en Buenos Aires. Pero las autoridades de la provincia se negaron a acatar tal disposición, y declararon caduco el Pacto de San José.
Respuesta:
Explicación:
La batalla de Pavón (septiembre de 1861)
Causas:
Finalmente, el ejército nacional, a cuyo frente estaba Urquiza chocó con las fuerzas porteñas comandadas por Mitre en la batalla de Pavón el 17 de septiembre de 1861. Los entretelones de esta decisiva batalla han sido objeto de análisis y discusión entre los historiadores. Para Julio Victorica, Pavón fue una batalla enmarcada en un contexto de comunicaciones previas a la batalla entre dos generales que deseaban negociar, Urquiza y Mitre. El primero no estaba motivado para presentar batalla, y al parecer Mitre garantizó al general entrerriano que sus propósitos eran respetar la Constitución nacional y no hostilizar a la provincia de Entre Ríos. Con estas garantías, Urquiza decidió retirarse del campo de batalla. Victorica rechaza una interpretación peyorativa de la actitud del general entrerriano, equiparando esta actitud de Urquiza a la del general José de San Martín después de la conferencia de Guayaquil con Simón Bolívar (1).
Por su parte, Halperín Donghi sostiene la idea de que Pavón representó un acuerdo implícito entre Mitre y Urquiza, planteándolo en los siguientes términos:
Vencedora (Buenos Aires) en 1861, (...) su victoria provoca el derrumbe del gobierno de la Confederación, presidido por Derqui y sólo tibiamente sostenido por Urquiza, que ha desarrollado una viva desconfianza hacia su sucesor en la presidencia. Mitre, gobernador de Buenos Aires, advierte muy bien los límites de su victoria, que pone a su cargo la reconstitución del Estado federal, pero no lo exime de reconocer a Urquiza un lugar en la constelación política que surge (...) (2).
A su vez, Isidoro J. Ruiz Moreno aporta una serie de elementos sugestivos para la comprensión de Pavón: el distanciamiento entre el presidente Derqui y el gobernador entrerriano y ex presidente Urquiza, alimentado por la necesidad del primero de despegarse de la influencia que sobre él ejercía el vencedor de Caseros; las negociaciones celebradas entre Derqui y Mitre durante la visita del primero y de Urquiza a Buenos Aires el 9 de julio de 1860, apuntando al fortalecimiento del partido Liberal no sólo en Buenos Aires sino en el resto de la Confederación; los escasos móviles que Urquiza tenía para intervenir militarmente contra las fuerzas de Buenos Aires, apatía potenciada por su distanciamiento de Derqui, su escaso interés en abandonar la tranquilidad de su residencia en Paraná por una lucha cuyo objetivo no percibía con claridad, y por el descubrimiento a través de algunas cartas del doctor Mateo Luque dirigidas al presidente Derqui, que mostraban que el Congreso de la Confederación trabajaba para robustecer la influencia del presidente de la Confederación en desmedro de su persona. Todos estos elementos contribuyeron a desmoralizar a Urquiza, quien, ante la sospecha en plena batalla de un nuevo entendimiento entre Mitre y Derqui, optó por retirarse sin definirla (3).
Mas allá de la divergencia en las interpretaciones, lo cierto es que Pavón abrió el camino de la definitiva organización nacional, proceso que tuvo dos arquitectos: Urquiza y Mitre. Paradójicamente, uno y otro pagarían los costos del acuerdo y serían crucificados como traidores por los elementos intransigentes dentro del partido de la Libertad porteño y del federalismo provincial. El presidente Mitre, luego del desgaste del gobierno, acentuado por la guerra del Paraguay, debió renunciar a tener posibilidades protagónicas en la vida política argentina. El destino de Urquiza fue más trágico: sería asesinado por el caudillo entrerriano López Jordán en 1874.