Historia, pregunta formulada por valentinatorres889, hace 10 meses

¿Qué ocurrió con el poder real?

Respuestas a la pregunta

Contestado por 0220170085
3

Respuesta:

1: que ocurrio con el poder real en el feudalismo fundamentada: Feudalismo es la denominación del sistema político predominante en Europa Occidental de los siglos centrales de la Edad Media (entre los siglos X y XI, aunque no hay acuerdo entre los historiadores sobre su comienzo y su duración, y esta varía según la región), y en la Europa Oriental durante la Edad Moderna, caracterizado por la descentralización del poder político; al basarse en la difusión del poder desde la cúspide (donde en teoría se encontraban el emperador o los reyes) hacia la base donde el poder local se ejercía de forma efectiva con gran autonomía o independencia por una aristocracia, llamada nobleza, cuyos títulos derivaban de gobernadores del imperio carolingio (duques, marqueses, condes) o tenían otro origen (barones, caballeros, etc.).

ESPERO TE SIRVA

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Contestado por CHAPARRITO20
2

Respuesta:

La Monarquía y el Catolicismo son los dos grandes elementos de la nacionalidad

española; fuera de estos grandes elementos, todos los afanes serían vanos para fijar

nuestra unidad nacional. La Monarquía y el Catolicismo son las únicas formas con que

nuestro pueblo comprende el Poder, con que nuestro pueblo expresa el sentimiento

religioso. La Monarquía y el Catolicismo están escritos en nuestras legislaciones, han

inspirado nuestra literatura y nuestras artes, han sido nuestro grito de guerra en los

combates, han venido mezclados con nuestras tradiciones, han dado a nuestro carácter

los dos tintes que lo distinguen, la severidad y la hidalguía, son el basamento de

nuestras creencias sociales. La Monarquía y el Catolicismo son el compendio de los

principios conservadores. La Monarquía y el Catolicismo son la barrera levantada para

detener las corrientes revolucionarias. La Monarquía y el Catolicismo son la síntesis

conciliadora del orden y la libertad. Así, pues, estas dos grandes creencias nacionales no

pueden ser puestas en tela de discusión siquiera, cuando se reforman las leyes

fundamentales de nuestra patria.

Porque los Códigos no se hacen para contradecir las grandes, las profundas

creencias de los pueblos, sino para rendirles homenaje proclamándolas con su sanción.

Porque lo que en su desvanecimiento no hacen los pueblos cuando el vértigo

revolucionario les agita, no deben hacerlo los legisladores cuando ha llegado la hora del

reposo. Porque en las leyes deben describirse y regularizarse, nunca contrariarse, los

hechos sociales; aquellos sobre todo que arrancan de nuestros sentimientos más íntimos,

aquellos que, porque son honestos, son legítimos y respetables.

La creencia monárquica, la creencia católica: he aquí los dos poderosos estribos

de nuestra unidad nacional, de esta unidad, que es ya el único elemento de fuerza que

nos resta de nuestro pasado asombroso poderío. Y si duda pudiese quedarnos de esto,

baste considerar, para desvanecerla, que la Monarquía y el Catolicismo son la Religión

Explicación:

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