que ocurre cuando llega a la habitación de Washington?
el fantasma de canterville
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hola
Análisis
En estos capítulos, el fantasma forma parte de la vida cotidiana de los Otis, pero cumpliendo un rol muy particular, ya que no logra escapar de la humillación y el desdén ejercidos contra él. Si bien sir Simon planea distintas estrategias y alternativas superadoras para finalmente confrontarlos y atemorizarlos, sus planes fallan, y hasta lo posicionan como un sujeto aterrorizado y subordinado a los deseos de los demás en algunas ocasiones. El incidente con la antigua armadura condensa muy bien uno de los temas fundamentales del texto: la confrontación entre los británicos y los estadounidenses. El fantasma intenta asustar a los Otis en una antigua y enorme armadura, pero, sin éxito, solo logra un estrépito que moviliza al señor Otis a enfrentarlo con una pistola. En este enfrentamiento, el traje de sir Simon enfatiza su posición como un aristócrata convencional y estrecho, posición claramente inútil frente al arma del señor Otis, práctica y resolutiva. Una vez más, la idiosincrasia estadounidense se presenta como una solución pragmática, capaz de eliminar el problema de una vez por todas.
La presencia de la armadura también da cuenta de cómo la residencia Canterville se encuentra anclada en el pasado: los caballeros no tienen cabida en el mundo moderno y es inútil intentar darles un sentido en pleno siglo XIX. Así, la imposibilidad del fantasma de ponerse la armadura parece señalar que el peso de los años es tan agobiante que aplasta a todo aquel que intenta vivir bajo los preceptos del pasado. En este sentido, sir Simon comienza a aceptar que no puede ser el único individuo encargado de sostener y mantener las tradiciones de su clase y su tiempo, pero igualmente sigue intentándolo, con nulo éxito.
En este sentido, la familia Otis persiste en sus intentos de vincularse con el fantasma de distintas maneras. Por una parte, los mellizos encuentran placer en atormentarlo; en este punto, estos personajes invierten radicalmente la lógica típica de los relatos de terror. Barras y Estrellas ejercen el poder sobre sir Simon, ya que exhiben ser mucho más violentos y crueles que el espectro. A pesar de que no quiere admitirlo, el fantasma es intimidado fácilmente por las acciones de los mellizos. Cuando se siente amenazado, pospone sus planes y huye del enfrentamiento en vez de confrontarlos directamente y luchar por su dignidad. En este gesto, leemos a sir Simon como un individuo inseguro al que le cuesta posicionarse de manera segura frente a sus rivales. “Durante varios días se sintió horriblemente mal y no pudo salir de su morada más que lo necesario para mantener en buen estado la mancha de sangre" (p. 32), acota el narrador después del incidente del personaje con el armadura. En este punto, la construcción del personaje de sir Simon como un espectro decaído y desganado es una decisión irónica, ya que contrasta con lo esperado en un fantasma. Otro elemento irónico es la vocación que posee el fantasma por los ritos y tradiciones, aún cuando carezcan de total sentido. Así, aún cuando nadie teme su presencia, sir Simon se dedica religiosamente a mantener la mancha de sangre en su lugar.
El episodio de la broma de los mellizos funciona como un punto de inflexión en la narración, ya que agrava el agotamiento que siente sir Simon frente a las burlas y humillaciones permanentes de la familia Otis. En este momento, el texto oscila entre la comedia y el horror, ya que la descripción del fantasma falso aterroriza a sir Simon: “Frente a él se alzaba un horrible y pavoroso espectro, inmóvil como una estatua, monstruoso como la pesadilla de un loco” (p. 35). Frente a este panorama siniestro, el tono humorístico emerge en la reacción del fantasma de Canterville, que se esconde en su habitación para huir del encuentro con el espectro. Esta decisión realza el carácter infantil del personaje, asustado como un niño pequeño frente a otro ser semejante a él. En este sentido, sir Simon reacciona tal y como espera que lo haga la audiencia frente a sus propios espectáculos: aterrorizado e incapaz de pensar con claridad.