que nos ilustra sobre el ser y proceder de la filosofía?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Relacionado con aspectos profundos de la vida y con las creencias, ideas y actitudes de una persona.
Explicación:
Con esto, empero, aún no se ha dicho nada en relación con el problema hermenéutico aludido. Como orientación en su resolución, conviene, más allá de la mera enunciación, construir dicho problema. Para ello hay que constatar, en primer lugar, que el corpus de Platón se compone más o menos de treinta y cinco obras, escritas todas en forma de diálogo. El número de treinta y cinco es aproximado, dado el desacuerdo entre los estudiosos para pronunciarse sobre la autenticidad de algunos diálogos menores. Al delimitar la obra por los diálogos se toma una instancia interpretativa frente a las cartas, en especial la Carta VII, y los testimonios indirectos que componen la llamada 'doctrina no escrita' de Platón. Incluso en caso de que la Carta VII fuera auténtica, en cierto sentido no formaría parte del corpus platónico, esto es, de aquellas obras que el autor compuso con intención filosófica y se propuso publicar como tales. De todos modos, y con ser importante como tal, el peso específico de la Carta VII dentro del conjunto de la obra de Platón no amerita que a partir de ella se establezca una línea interpretativa determinante. Por el contrario, tanto la autenticidad como el contenido de esta carta dependen de lo que se encuentra en los diálogos; en otras palabras, debe interpretarse a partir de ellos y no viceversa. El caso de las doctrinas no escritas es diferente. La decisión preliminar entre moverse en la dirección esotérica de las doctrinas no escritas o permanecer en la seguridad del corpus establecido es casi cuestión de gusto y del peso que se le atribuya a la tradición. Suele argumentarse a favor del conjunto de los diálogos que con dificultad se entiende que el autor hubiera llevado a cabo un trabajo ingente como éste, si debiese de operar como una mera mascarada de la obra verdadera, que sería predominantemente oral y habría quedado, por ende, consignada a fragmentos de difícil recuperación filológica. La explicación apenas sí tiene peso para quienes de antemano se hallan convencidos de la intriga en que consiste la enseñanza oral. Quien esté, en realidad, dispuesto a examinar con razones si ha de optar por la aceptación del corpus tradicional o si, por el contrario, va a suscribir la escuela de la enseñanza oral, deberá al menos considerar con seriedad la cuestión interpretativa que plantean los diálogos, fuera de todo platonismo. Valga decir, en este contexto, que la escuela de las doctrinas no escritas hace uso abundante, aunque selectivo, de los diálogos, semejándose en este respecto al proceder del platonismo. En últimas, la obra sustantiva de Platón la constituyen los diálogos, sin los cuales no existiría ni el Platón político de la Carta VII, ni el Platón oculto de las doctrinas no escritas.