que nos enseña las cruzadas en la actualidad y compararla con la guerra del estado islámico
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Las Cruzadas deben ser entendidas como un episodio más del conflicto entre la Cristiandad y el islam (J. Flori [2001] 2003). Hacia el siglo XI, la Europa occidental se encontraba fragmentada en multitud de reinos y principados de diversa extensión territorial asediados por los dominios del imperio musulmán. Por un lado, firmemente asentados en la península Ibérica desde el siglo VIII, se encontraba el llamado al-Ándalus. La caída del califato Omeya en el 1031 descompuso esa antigua unidad conformando así una multitud de reinos debilitados -los llamados taifas- lo que facilitó el avance cristiano. La toma de Toledo por el rey de León Alfonso VI, en el 1085, marca el grado de disgregación político-militar alcanzado. Sin embargo, dicha expansión se vio comprometida, unos años más tarde, con la introducción de los efectivos almorávides, bereberes procedentes del norte de África, a la península. Musulmanes rigoristas, los nuevos invasores impusieron la yihad -guerra santa islámica- que, a través de una serie de campañas militares victoriosas, pusieron en jaque el predominio alcanzado por los reinos cristianos en toda la península y controlaron a los taifas. Por el otro lado, el siglo XI marca también, en el Oriente, el quiebre del antiguo equilibrio de fuerzas alcanzado entre el Imperio Romano oriental -Bizancio- y el imperio musulmán, con la irrupción de los turcos seljúcidas convertidos al islam sunnita. Los musulmanes turcos tomaron Egipto, la península de Anatolia y amenazaban las puertas de la propia Constantinopla. Por los dos extremos del orbe cristiano europeo la amenaza islámica parecía penetrar y poner en riesgo al conjunto de la cristiandad.
En noviembre del año 1095, ante el pedido de auxilio emperador bizantino Alejo I Comneno, el Papa Urbano II predica en Clermont una expedición militar para la recuperación de Jerusalén y de los santos lugares uniendo así en un mismo movimiento el sentido de la peregrinación (como acto penitencial) con la sacralización del combate (guerra contra el infiel por la liberación del Santo Sepulcro). Los musulmanes serán considerados “enemigos de Cristo”, de la “fe cristiana”, y de la “santa Iglesia”. La expedición recibió el nombre de Cruzada y su recompensa espiritual era la propia remisión de los pecados al morir en tierra Santa. Los cruzados debían ser entendidos como “guerreros de Cristo” y es en ese sentido que la “guerra santa” santificó a aquellos que participaran en ella (J. Riley-Smith, 2005). Así como la yihad prometía el paraíso a los guerreros islamitas que murieran combatiendo por el islam.
Explicación: