¿Que nos deja al mundo, la revolución rusa?
Respuestas a la pregunta
La Revolución Rusa fue el síntoma de una época abierta por la Primera Guerra Mundial que afectó todos los órdenes de la vida social humana. Esta época fue caracterizada por Gabriel Torrella (2005) como “un cataclismo de grandes proporciones, cuyos ecos y reverberaciones se iban a prolongar durante décadas, no sólo en Europa sino en todo el mundo”.
la Revolución Rusa (RR) fue la primera revolución que se proyectó y llevó a la práctica de manera consciente, lo que le otorga un “lugar único en la historia moderna” (pp. 34-35) y resulta suficiente para valorar su alcance, profundidad y novedades. De su grado de conciencia dependieron varias lecciones incomparables para la historia social de las revoluciones.La revoluciones inglesas (1642 y 1689), norteamericana (1776), francesa (1789), haitiana (1804) y la gigantesca gesta anticolonial sobre nuestro continente suramericano (1810-1824) no tuvieron esta característica pues, sus protagonistas no buscaron hacer una revolución y, en cierta medida, todas ellas buscaron recuperar antiguas libertades suprimidas o restaurar monarquías benévolas o ancestrales. De hecho, todas recibieron el apelativo ‘Revolución’ años después por historiadores y periodistas. La Francesa, por ejemplo, recién en 1837 fue caracterizada como revolución en un escrito de Carlyle, y el proceso inglés fue llamado ‘revolución’ “no por los políticos que la hicieron, sino por los intelectuales que teorizaron sobre ella” (Carr, 1985, p. 34).
La RR fue la única que preparó sus herramientas teóricas, sus métodos e instrumentos, sus dirigentes y aparato político de manera consciente y con proyección al futuro. Michael Sayes y Albert E. Kahn (1949) dan cuenta de este despertar consciente de la revolución y los revolucionarios rusos. Enviados a Rusia en 1917 como agentes encubiertos de la inteligencia norteamericana señalan que, en aquel año, toda Rusia era una sociedad turbulenta de debates: “Después de siglos de silencio forzoso, al fin el pueblo había recobrado su voz. En todas partes se celebraban mítines y en todo el mundo se manifestaba su opinión” (p. 14-15). Que el pueblo ‘recobrara’ su voz tenía un precedente en Europa: la comuna de París (que nadie llamó ‘revolución’); sin embargo, los soviets lograron estabilizarse y sobrevivir, abrevando 69 años de experiencias.