Filosofía, pregunta formulada por dalilabenitez97, hace 1 año

Que no le gustaba a la mujer y le inspiraba temor en el cuento el retrato Oval?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por roxy111498
8

Respuesta:

Este relato breve de Edgar Allan Poe nos hace reflexionar sobre el amor hacia el arte. La idea principal que encontramos es la frontera confusa entre la vida, el arte y la belleza como vehículo de la muerte. Vemos un afán por encontrar la forma adecuada que exprese perfectamente el amor, sin temor o sin tener en cuenta la muerte. Los temas son concretos: amor, odio y pasión por el arte.

Respecto a la estructura, he visto una posible división que constaría de 4 partes: planteamiento, nudo, clímax y desenlace.

Planteamiento:

Nos cuenta Poe la historia de un hombre herido y su sirviente. Ambos se introducen en un castillo recientemente abandonado. Se hospedan en una habitación pequeña situada en una torre aislada del edificio. La habitación tenía una decoración bastante rica pero los elementos eran antiguos. Había en ella un número prodigioso de pinturas modernas, ricas en estilo, encerradas en marcos dorados de gusto arabesco. Estas pinturas le produjeron gran interés al herido. Hace a su sirviente encender un candelabro por si no concibe el sueño, al menos, distraerse contemplando los cuadros. Inicia una lectura de un pequeño volumen que encuentra sobre la almohada. Esta lectura redacta la historia de cada una de las pinturas, las analizaba y criticaba.

Nudo:

Colocó el candelabro para que arrojase la luz de lleno sobre el libro. Pero una ráfaga de luz chocó con el retrato de una joven. Él queda impactado por el extremo realismo que en el lienzo aparece. Cerró los ojos al contemplarlo, para preparar su espíritu a una contemplación más fija y serena. Sus sentidos se hallaban poseídos.

Clímax

El cuadro que le fascinó encerraba la figura de una mujer, de su medio cuerpo. El marco era oval, dorado y de estilo morisco. Permaneció una hora con los ojos posados en el retrato. Esa inexplicada expresión de realidad y vida que al principio le hiciera estremecer, acabó por subyugarlo. Busca en el libro la historia del cuadro. Encuentra que se trata de una joven de peregrina belleza, casada con el autor de la puntura. Él, de carácter apasionado, estudioso y austero; ella, joven, toda luz y sonrisas, amando todo, no odiando más que el arte, que era su rival. El pintor ansía por retratarla y ella, humilde y sumisa, sentóse pacientemente durante largas semanas en la sombría y alta habitación de la torre. Él no veía que la luz que penetraba tan lúgubremente en esta torre aislada secaba la luz y el encanto de su mujer, que se consumía para todos excepto para él. Experimentaba un vivo y ardiente placer en su tarea. Trabaja de noche y de día para trasladar al lienzo la imagen de la mujer que tanto amaba. Cuando terminó, a nadie se le permitió entrar. Había llegado a enloquecer por el ardor con que tomaba su trabajo. No veía que los colores que expandía en el lienzo, se iban borrando de las mejillas de su amada.

Desenlace:

Dio los últimos toques y quedó en éxtasis ante el trabajo. Un minuto después palideció intensamente herido por el terror, y grito: ¡esta es la vida misma! El pintor se volvió para mirar a su amada…

¡Estaba muerta!

Poe nos sitúa aquí en un ambiente sombrío, oscuro, nos sitúa en la noche. En un ambiente de castillos, trofeos heráldicos del pasado, tapices, objetos del pasado…podemos ver la existencia de elementos románticos sobre los góticos. Se detiene en unos objetos concretos que son los cuadros. Llegamos al clímax de noche, donde ocurren la mayoría de los casos extraños. Su curiosidad del herido queda reducida al cuadro de la joven casi formada, casi mujer. Siente la necesidad de buscar datos sobre ella. Es el prototipo de mujer romántica, serena, sumisa. Vemos un cruce de los amores del pintor: el arte y su mujer. Poe nos describe al pintor diciéndonos que está “sumido en el idealismo”. Él recomponía, idealmente, la imagen de lo que plasmaba en el lienzo, por eso mira poco a su musa. Él había encerrado a su mujer en una foto fija, en un cuadro abstracto, porque tenía más de abstracto que de concreto. Así nunca se dio cuenta de que su mujer iba marchitándose a medida que él iba dando más pinceladas. Al finalizar el cuadro, su inspiradora cae muerta. Hay un romanticismo notable: todo depende de los ojos o la mente que mire. Nos sugiere la capacidad del arte de crear éxtasis, de vivir en otro mundo fuera de la realidad. Hay una idealización de la realidad. Parece como si el pintor estuviese mirando más allá, como si estuviese mirando la realidad que se esconde detrás de los espejos.

Este relato podría enmarcarse dentro del tópico de las musas muertas. El ensimismamiento de su concepción fue tan profunda que ni siquiera mira a su mujer mientras la retrata. La sensación que nos deja es que parece que la vida de la mujer queda capturaba en ese retrato. Cuanto más pintaba él, menos vida le iba quedando. Podría ser un antecedente del Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde.


irisgarciadominguez3: no dice na da sobre la pregunta
irisgarciadominguez3: o eres inutil
Contestado por kennethachong1970
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a la mujer no le gustaba el arte, literalmente lo odiaba como nos explican en la obra.

lo que le inspiraba temor a esta eran los pinceles, las paletas y demás utensilios fastidiosos que la privaban de la presencia de su amado esposo

espero haberte ayudado

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