¿Qué mirada tiene Juan Pablo Castel sobre la humanidad?
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Que el mundo es horrible, es una verdad que no necesita demostración. Bastaría un hecho para probarlo, en todo caso: en un campo de concentración un ex pianista se quejó de hambre y entonces le obligaron a comerse una rata, pero viva”. El título de la novela, define y abarca en su totalidad toda la historia. Si bien la novela es titulada El Túnel, es porque va dirigida hacia las perspectivas de vida de Juan Pablo Castel, él vivía un túnel: frío, largo, oscuro, solitario. Pero después de tanta soledad y amargura, finalmente, y como en todo túnel, llegó a ver la luz. Su fin del túnel es la cárcel porque representa para Castel paz, armonía y balance porque hizo desaparecer de la faz de la Tierra a la única persona que amaba y le hacía daño: María. La cárcel para Juan Pablo representa la culminación de una etapa, época de sufrimiento y desdicha para él tanto como para María. La historia es relatada a manera de retrospección recordatoria circular, porque termina en el punto en que comienza, quiere decir que Juan Pablo empieza a contar su historia desde la cárcel, regresa en el tiempo para narrar y explicar lo sucedido y luego vuelve otra vez al presente que es la cárcel. Juan Pablo y María, viven en una difícil, amarga y solitaria oscuridad, situación bajo la cual los dos se amparan e identifican porque es lo único que conocen. Castel se muestra obsesivo por el hecho de que ha estado solo por demasiado tiempo y no sabe cómo convivir con otras personas en armonía y equilibrio, lo que lo lleva a matar a María porque no se merece vivir sino solo para él. A pesar del maltrato, María aborda su soledad desde un ángulo diferente, vive para complacer al resto aunque esto signifique degradarse y mentir. Quizá unos de los terremotos de Sábato, es el hecho de que para María la muerte era un alivio, un respiro y descanso eterno de su solitaria oscuridad.
*Cita textual tomada de la página 62, primer capítulo, del libro El Túnel de Ernesto Sábato, edición de Ángel Leiva, trigésimo segunda edición, año 2011.
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no se
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