¿Qué materiales de nuestro medio natural no podrán ser utilizados por generaciones futuras si lo derrochamos o los contaminamos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
pues seria necesario plantar las frutas que quedan en el mundo natural para que se empiezen a crecer
Explicación:
espero te ayude :3
Respuesta:
Estrategias de utilización de los recursos naturales
El panorama anteriormente expuesto muestra la gravedad de la situación en torno a la utilización de los recursos no renovables en relación a las generaciones futuras, y la dificultad de dar pautas para generar políticas independientes en materia de explotación de estos recursos que garanticen a las generaciones venideras una adecuada dotación de los mismos, acorde con necesidades que a todas luces resultan impredecibles. Sin embargo se pueden establecer algunos lineamientos a ser tenidos en cuenta para disminuir la incertidumbre producida por el control casi nulo que tienen los países subdesarrollados de la evolución de la tecnología dominante, y con ello, de las demandas de los recursos. Estos pueden ser resumidos en tres sugerencias:
1) Parte del producido por la extracción de un recurso minero debería ser invertido en la generación de una nueva fuente de riqueza que implique un desarrollo de las fuerzas productivas, y que en el mediano plazo pueda sustituir como fuente de obtención de satisfactores sociales.
2) Otra fuente de inversión prioritaria para el país poseedor de un recurso no renovable (en la medida en que las reservas lo justifiquen), es invertir en generar alternativas de utilización de ese recurso.
3)Si bien resulta difícil aportar ejemplos de políticas como la propuesta en el numeral uno, existen algunos ejemplos (para recursos renovables y no renovables) del numeral dos, como la política que siguió el Secretariado Internacional de la Lana, que entre otras iniciativas generó tecnologías que han permitido mantener el mercado textil a precios razonablemente altos. En general las políticas que incentivan la generación de tecnologías con recursos abundantes en el Tercer Mundo, han mostrado tener un importante efecto multiplicador que trasciende la mera utilización del recurso.
Dado que la ampliación de la brecha ha tendido a cerrar hacia el futuro la posibilidad de competir en demandas ya tradicionales, una estrategia capaz de insertar las economías regionales abriendo oportunidades a las generaciones futuras debería prestigiar aquellos rubros libres de competencia por el espectro de posibilidades (biotecnología), por ventajas comparativas difícilmente eliminables, o por inducción de demandas de productos tradicionales de la región, pero desconocidos en los grandes mercados. Esta política tiene el antecedente de haber sido aplicada con éxito por países del Commonwealth para colocar sus excedentes de carne ovina; no obstante en el caso de productos alimenticios ello tiene sus riesgos si las poblaciones locales deben competir por un producto con los grandes centros de consumo, como está ocurriendo con la quinoa, chia, etcétera.
A su vez, otra razón por la cual no se produjo el despegue se debió a que los esfuerzos exportadores se centraron solamente en satisfacer necesidades del mercado mundial, sin destinarse los recursos necesarios para mantener la competitividad de los rubros de exportación, ni prever generar productos distintos que satisfagan las demandas internacionales actualmente no cubiertas, como por ejemplo en la actualidad productos no contaminados, alimentos no transgénicos, etcétera.
Como dice Gilberto Gallopín, “las prioridades de Investigación y Desarrollo a nivel regional y nacional obviamente deberán surgir de la combinación y compatibilización de necesidades, recursos y oportunidades, tomando en cuenta los factores sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales y, fundamentalmente, un proyecto social que enmarque y dé sentido a la estrategia científico-tecnológica”.
En no pocos casos, desde el procesamiento hasta insumos o bienes de consumo terminados, implica acceder a una tecnología no disponible en estos países ante el subdesarrollo o la inexistencia de un vínculo entre la escasa investigación científica y la tecnología. En los casos en que se ha importado la tecnología, la misma suele obsolecer aun antes de que se haya amortizado la inversión, resultando imposible para el país receptor readecuarla a las nuevas exigencias, por un problema de economía de escala y de relación ciencia-tecnología que tornan a esta última inaccesible para la mayoría de los rubros en la casi totalidad de los países.
Un análisis desapasionado de algunas de las causas que han tenido los fracasos de aquellas economías que estuvieron próximas de escapar del subdesarrollo y no lo consiguieron, es el no haber alcanzado la conciencia colectiva en torno a la importancia de un desarrollo armónico entre ciencia, tecnología, educación y oferta ambiental, como para que el crecimiento económico pudiera ser sostenible en el largo plazo. Así, las economías latinoamericanas más industrializadas son hoy las que presentan una crisis más aguda en términos relativos, si atendemos a las desigualdades sociales generadas y su consecuencia en forma de violencia social.