¿Que logros se obtuvieron de la reforma universitaria de 1918?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
La Reforma Universitaria de 1918, Reforma Universitaria de Córdoba, Reforma Universitaria de Argentina, Grito de Córdoba, o simplemente Reforma Universitaria, fue un movimiento de proyección juvenil para democratizar la universidad y otorgarle un carácter científico, que se inició con una rebelión estudiantil en la Universidad Nacional de Córdoba de Argentina que se extendió entre marzo y octubre de 1918, durante el cual se produjeron violentos enfrentamientos entre reformistas y católicos. Su fecha simbólica es el 15 de junio de 1918, momento en el cual los estudiantes irrumpieron en la Universidad para impedir que se consumara la elección del rector que sostendría la situación tal como estaba hasta entonces y declararon una segunda huelga general. Tuvo su pico culminante el 9 de septiembre cuando la Federación Universitaria de Córdoba asumió la dirección de la Universidad y el gobierno ordenó al Ejército reprimir la ocupación. Durante el curso del conflicto y a pedido de los estudiantes, el presidente Hipólito Yrigoyen intervino dos veces la Universidad para que se reformaran los estatutos y se realizaran nuevas elecciones de sus autoridades. La revuelta estudiantil cordobesa tuvo su expresión en el célebre Manifiesto liminar de la Federación Universitaria de Córdoba, redactado por Deodoro Roca y titulado "La Juventud argentina de Córdoba a los Hombres Libres de Sudamérica", que finaliza
Respuesta: La Reforma Universitaria de 1918 fue un hecho clave en la democratización del acceso a la
educación superior ya que rompió con la idea de una educación elitista y para pocos. Para ese
año, sólo existían tres universidades nacionales: la Universidad de Buenos Aires, la Universidad
de Córdoba y la de La Plata fundada unos pocos años antes, en 1905.
El movimiento estudiantil venía luchando desde finales del siglo XIX, y en 1918 existía un clima
de época favorable a la apertura democrática de la mano del voto universal, secreto y
obligatorio. El primer Centro de Estudiantes es del 1900 (UBA/Facultad de Medicina), seguido
por Ingeniería (1903) y Derecho (1905).
Para 1918, la universidad cordobesa ya contaba con una historia de larga data y existía un
movimiento estudiantil consolidado. Vale mencionar que la Universidad Nacional de Córdoba
fue fundada en 1613 por los jesuitas y para 1918 aún conservaba gran influencia religiosa.
Los procesos migratorios fueron claves. La población de estudiantes universitarios y
universitarias fue nutriéndose de hijos e hijas de las primeras oleadas de inmigrantes, que
conformaban los incipientes estratos medios de la sociedad argentina. Esta fuerza empezó a
demandar la democratización de la vida universitaria y la apertura hacia ideas más modernas.1
Inicialmente el reclamo estudiantil estuvo centrado en la participación y la toma de decisiones
dentro del ámbito académico. De la mano de este reclamo se reivindicaba la independencia y
la autonomía de las universidades a partir de un gobierno propio. Pero el reclamo se fue
ampliando hasta ocupar otras áreas de la vida universitaria, como el plan de estudios. En este
sentido se procuró la apertura a otras ideologías, la separación de los contenidos académicos
de los vinculados con el dogma católico y se hizo fuerte la idea de la libertad de cátedra
También se incluyeron reclamos tendientes a garantizar la docencia libre, los concursos para la
designación de cargos y la posibilidad de que los y las estudiantes pudieran elegir qué materias
cursar.
La obtención de un título de educación superior por parte de los incipientes sectores de la
clase media estaba relacionado con posibilidades concretas de ascenso social y el modo de
vehiculizar la educación en nuevos ámbitos y oportunidades de los hijos y las hijas de
migrantes europeos. A la vez estas profesiones liberales eran las demandadas por un sistema
político y social que pensaba en una Argentina moderna y cosmopolita. La Reforma
Universitaria articulaba por un lado las demandas de la nueva clase media y por el otro, las
ideas de una nueva Nación que estaba rompiendo el período conservador y se pensaba a sí
misma como moderna.2
El hecho de que la Reforma estuvo acompañada por las nuevas ideas de lo que debía ser la
Nación terminó de tomar forma con el nombramiento por parte de Yrigoyen de Nicolás
Matienzo como interventor de la Universidad de Córdoba, quien simpatizaba con las ideas de
los y las estudiantes. Matienzo habilitó la posibilidad a docentes no vitalicios de participar de la
elección para rector.
Ante esto, los sectores estudiantiles rechazaron esta posibilidad tomando la facultad con el
apoyo de algunas organizaciones políticas y sindicales el 15 de junio de 1918. Dos días
después, se publicó el Manifiesto Liminar. Luego de nombrar un nuevo interventor, el 12 de
octubre de 1918, el presidente Yrigoyen firmó el decreto donde reconoció la demanda de los y
las estudiantes y reconoció a la universidad un papel activo dentro de un proyecto político y de
Nación, pero también como pieza fundamental de ascenso social. Estos dos elementos aún
permanecen en vigencia a la hora de pensar el rol de la universidad en la sociedad.
A sus 100 años reivindicamos a la Reforma Universitaria de 1918 como el acontecimiento que
dio origen a una larga tradición de activismo estudiantil en Argentina y en Latinoamérica.
Pocos meses después de la Revolución Rusa y medio siglo antes del Mayo Francés, este evento
histórico fue protagonizado por una recientemente conformada clase de estudiantes
provenientes, en su mayoría, de las olas migratorias que arribaron a Argentina a principio de
siglo XX.
La importancia de esta reforma se ve reflejada en el hecho de que, desde 1900 a 1918,
población universitaria se incrementó notablemente de 3.000 a 14.000 estudiantes.
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