Que le pasa a los niños en la pelicula instinto de supervivencia? Doy coronita y los sigo a la mejor respuesta.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Holi
Explicación:
Leyenda o realidad, todos conocemos historias de hombres y mujeres que han sobrevivido en las condiciones más extremas y pese a todos los pronósticos. El explorador americano John Colter corrió descalzo durante ocho kilómetros y caminó durante 11 días alimentándose únicamente de raíces hasta llegar a un lugar seguro mientras huía de los indios.
Todos tenemos una fuerza interior que nos impulsa a seguir viviendo a pesar de las dificultades, es nuestro "instinto de supervivencia". Pero cuando somos niños, somos más vulnerables, dependemos en gran medida de nuestros padres y cuidadores. No podemos salir corriendo y alimentarnos de raíces para sobrevivir.
Me gustaría contarles la historia de Khaled, un niño sirio que pesó casi 4 kilos al nacer en enero de 2011, dos meses antes de que empezase la guerra de su país. Era un bebé sano hasta que su familia tuvo que huir y vivir como desplazada, sin ingresos y con una incertidumbre extrema. Su madre tuvo que dejar de darle el pecho, debido al estrés no era capaz de generar leche y tampoco tenía dinero para comprar leche en polvo.
Después de un tiempo viviendo en estas condiciones, Khaled empezó a tener diarreas y deshidratación. Al cumplir 3 años pesaba 6 kilos, cuando lo normal en un niño de su edad son 13. Su madre empezó a temer por su vida, y con razón, tenía desnutrición aguda grave. La desnutrición aguda grave tiene un riesgo de mortalidad muy alto, los niños pueden morir si no reciben atención médica y tratamiento de manera inmediata.
Este tipo de desnutrición afecta a 17 millones de niños en todo el mundo, deja a los niños sin fuerza, sin vitalidad. No sonríen, ni siquiera lloran. Y, lo más terrible de todo, pueden llegar a perder el apetito, el instinto más básico de supervivencia.
Ante esta situación, el mensaje que nos gustaría trasladar desde UNICEF Comité Galicia es que es posible acabar con ella. Tenemos suficiente conocimiento y experiencia para prevenir la desnutrición infantil.
Sabemos cuál es el periodo fundamental para prevenir la desnutrición crónica: el embarazo y los dos primeros años, lo que se conoce como los 1.000 días críticos para la vida. En esta etapa es cuando se produce el desarrollo básico, por lo que la falta de alimento y atención adecuada pueden generar daños físicos y cognitivos irreversibles que le afectarán el resto de su vida. Por esto es fundamental fomentar la lactancia materna, la promoción de hábitos de higiene, como el lavado de manos, la creación de instalaciones adecuadas de agua y saneamiento, o una atención sanitaria adecuada para los niños y sus familias.
Por otro lado, en la actualidad el tratamiento de la desnutrición aguda grave, cuando esta no se ha podido evitar, no requiere hospitalización salvo en los casos más extremos porque se utilizan alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF, por sus siglas en inglés) que se pueden tomar en casa. No necesitan refrigeración, ni hay que añadirles agua para su consumo y, gracias a su envoltorio, se pueden usar aunque las condiciones higiénicas no sean las más óptimas. Están compuestos de una mezcla de cacahuete, vitaminas y minerales, tienen un alto valor energético y son capaces de salvar la vida de un niño. Los sobres milagrosos, como los llaman ya los médicos, se producen de una manera relativamente simple y ya existen fábricas en algunos países de África.
Gracias a este tratamiento, el protagonista de nuestra historia, el pequeño Khaled, se recuperó. Ahora pesa 11 kilos.
En 2014, junto a nuestros aliados, proporcionamos tratamiento contra la desnutrición aguda a 2,3 millones de niños en situaciones de emergencia, y este año esperamos llegar a muchos más, porque nuestro trabajo es defender los derechos de los niños, y la supervivencia es el primero de todos los derechos.