qué le dijo el oráculo a creonte
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Según Creonte, el oráculo decía que debían castigar a los culpables de su muerte. Al oír esto Edipo se encuentra desconcertado ya que no había pistas sobre la muerte de Layo, salvo el dato que Creonte aportó, que fue asesinado por unos bandidos con la fuerza de un gran número de manos.
Respuesta:
Según Creonte, el oráculo decía que debían castigar a los culpables de su muerte. Al oír esto Edipo se encuentra desconcertado ya que no había pistas sobre la muerte de Layo, salvo el dato que Creonte aportó, que fue asesinado por unos bandidos con la fuerza de un gran número de manos. Edipo se compromete con el pueblo a hallar al culpable.
Explicación:
En el pueblo de Tebas, ante el palacio de Edipo, se encuentra un grupo de tebanos arrodillados alrededor del sacerdote de Zeus. Edipo sale del palacio y se dirige a su pueblo preguntándoles la razón de la reunión. El sacerdote trágicamente responde que la peste se ha adueñado de Tebas. Como fue Edipo quien salvó al pueblo de la esfinge se dirigen ahora a él para librarlos de la Peste y salvar nuevamente a la ciudad. Edipo responde que ya es consciente de este problema y que ya ha actuado mandando a su cuñado Creonte a Apolo Pitio, con el fin de informarse sobre lo que se debe hacer. En ese momento llega Creonte, quien, ante la pregunta de Edipo sobre lo que Apolo había dicho, responde que según el oráculo, la manera de librar a la ciudad de su infortunio sería desterrando al culpable del asesinato del rey Layo, quien reinó Tebas antes de la llegada de Edipo. Según Creonte, el oráculo decía que debían castigar a los culpables de su muerte. Al oír esto Edipo se encuentra desconcertado ya que no había pistas sobre la muerte de Layo, salvo el dato que Creonte aportó, que fue asesinado por unos bandidos con la fuerza de un gran número de manos. Edipo se compromete con el pueblo a hallar al culpable.
El pueblo de Tevas pide ayuda a Atenea, Artemisa y Apolo para dar fin a esta peste.
Edipo habla con Corifeo. Cree que como ignorante de los hechos de la muerte de Layo, sería imposible para él descubrir al asesino sin otra pista. Por eso dirigiéndose a su pueblo clama que castigará a aquel que se rehúse a darle las explicaciones que pide. En este discurso prohíbe a todos los habitantes de Tebas que se reciba a esa persona o se le dirija la palabra. De este modo lanza una maldición contra los criminales y ordena que se cumpla lo que ha pedido. Corifeo sugiere a Edipo que llame a Tiresias, un adivino tan perspicaz como el dios Apolo. Edipo responde que ya ha enviado dos mensajeros a buscarlo por consejo de Creonte. Corifeo cuenta a Edipo que las habladurías dicen que Layo murió a manos de unos caminantes. En ese momento entra Tiresias.