que invitacion te hace jesus hoy en los textos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
espero que te sirva
Explicación:
1. La iniciativa del encuentro con Jesús la tiene Él
Dios es siempre quien sale a nuestro encuentro, Él es quien toma la iniciativa, aunque en ocasiones pensemos que fuimos nosotros quienes nos acercamos a Él, es Él quien se ha hecho el “encontradizo” con nosotros, propiciando este encuentro. Lo vemos en diversas ocasiones en los Evangelios: le pide a la Samaritana que le dé de beber (Jn 4,7), se sube a la barca de Pedro para predicar desde allí (Lc 5,3), se acerca al mostrador donde Leví cobraba impuestos (Mc 2,14), entra a enseñar en la sinagoga cuando estaba allí un hombre que tenía una mano atrofiada (Lc 6,7); en todo momento vemos a Jesús que sale día tras día por las calles de Palestina buscando encontrarse con la gente, dando ocasión para que todo el que quiera pueda acercarse a Él.
«Dios es quien primero llama al hombre. Olvide el hombre a su Creador o se esconda lejos de su faz, corra detrás de sus ídolos o acuse a la divinidad de haberlo abandonado, el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración. Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la oración, la actitud del hombre es siempre una respuesta»[2].
Jesús quiere encontrarse con cada uno y este encuentro que se da en el corazón[3], es anterior a cualquier método o forma de oración. Él nos habla en un lenguaje en el que cada uno puede comprenderlo, sea con mociones, a través de su Palabra, en una meditación o contemplación, Él se hace presente y nos ilumina, sorprendiéndonos siempre cuando menos lo esperamos[4].
El Señor Jesús desea el encuentro con cada persona, nadie le es indiferente, todo lo contrario. Él siempre busca acercarse, como con la samaritana, a cada uno de nosotros. Estamos llamados a responderle con amor y abrir nuestros corazones a su luz y verdad.
2. Dios se hace cercano a mí
Jesús es Dios y es hombre de verdad. ¡Cuántas veces nos olvidamos de esta realidad, en nuestra vida cotidiana y al relacionarnos con Él; y cuánto nos ayuda tener en nuestra conciencia que Aquel que nos llama para entrar en relación con nosotros, conoce nuestra realidad humana plenamente no sólo porque es Dios, sino porque como hombre la conoce de cerca!
«Encarnándose en Palestina entra de lleno en la torpeza humana, se hace hombre sin remilgos, tan desamparado como cualquier otro miembro de nuestra raza. Palestina es, por ello, todo menos una tierra «de lujo» […] La frase de san Pablo: «Al llegar la plenitud de los tiempos envió Dios a su Hijo» (Gal 4,4), nos hace pensar que Cristo vino al mundo en una especie de «supertiempo», en un maravilloso siglo de oro. Al venir él, los relojes se habrían detenido, los conflictos sociales enmudecido, un universal armisticio habría amordazado las guerras y contiendas. Cristo habría sido así, no un hombre pleno y total, sino un huésped de lujo, que vive unos años de paso en un tiempo y una tierra de lujo. Pero el acercarnos a su tiempo nos descubre que tampoco fue una época preservada por mágicos privilegios. Fueron tiempos de muerte, de llanto y de injusticia, tiempos de amor y sangre como todos. Y el calendario no se quedó inmóvil mientras él moraba en esta tierra»[5].
Jesús, vivió en un lugar y un tiempo determinado. Él fue un hombre que respondió a la realidad en la que vivió. Siendo Dios, asume nuestra naturaleza con una manera de ser propia. Y siendo como es, se hace cercano a cada persona, para comprenderla y amarla. Se hizo cercano a un San Pablo como a una Santa Teresita del Niño Jesús y de la misma manera quiere hacerse cercano a cada uno de nosotros.
Jesús nos trata con mucha reverencia al acercarse a cada uno de nosotros. Considera quiénes somos, lo que hemos vivido en el pasado y lo que vivimos en este momento: nuestras alegrías y sufrimientos, nuestras decepciones y nuestras anhelos; y de esta manera su amor toma una forma concreta que responde a nuestra realidad.
Respuesta:
no sir perro oyo
Explicación:
gracias oyo