¿Qué influenciaba a la educación al inicio de la era republicana?
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no se bro losiento jsjsjsjs
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Cómo era la educación para las mujeres al iniciar la vida republicana?Fueron educadas a partir de mallas curriculares que favorecían la capacitación de la mano de obra y el fomento de valores como el trabajo en equipo y la solidaridad. Esto se realizaba en escuelas normalistas rurales y urbanas, algunas de ellas incluso nocturnas.
Qué presidentes se preocuparon por la educación al inicio de la época republicana?1.3.2 En la Epoca RepublicanaLos colegios y universidades también habían perdido prestigio. Vicente Rocafuerte segundo Presidente de la República, ha sido considerado uno de los mejores Presidentes del Ecuador, impulsó el mejoramiento de la educación pública, mediante un decreto legislativo.El debate sobre el alcance de la educación en una República democrática, ha sido extremadamente polarizado. En Francia, jacobinos y cordeliers, girondinos y montagnards mostraron diferencias profundas no sólo sobre el alcance de las bases de la república y de la democracia, sino específicamente del alcance y la organización de la educación. Jacobinos y cordeliers temían a la educación de masas como a los demonios en que creían. Un ejemplo destacado del miedo de las clases dominantes a la instrucción de las masas, la hallamos en esta perla de Sir Joseph Banks, presidente de la Royal Society inglesa, quien en 1803, para oponerse a la creación de escuelas elementales, dijo:En teoría, el proyecto de dar una educación a las clases trabajadoras es ya bastante equívoco y, en la práctica, sería perjudicial para su moral y su felicidad. Enseñaría a las gentes del pueblo a despreciar su posición en la vida en vez de hacer de ellos buenos servidores en agricultura y en los otros empleos a los que les ha destinado su posición. En vez de enseñarles subordinación les haría facciosos y rebeldes, como se ha visto en algunos condados industrializados. Podrían entonces leer panfletos sediciosos, libros peligrosos y publicaciones contra la Cristiandad. Les haría insolentes ante sus superiores; en pocos años, el resultado sería que el gobierno tendría que utilizar la fuerza contra ellos.
Las diferencias nada las ha fatigado. El sentimiento adocenado y aristocratizante de las clases dominantes continúan en todas partes, después de más de dos siglos de ocurrida la Revolución Francesa, y la instauración de la República par excellence.4 Las clases dominantes han tenido históricamente un temor extremo a la democracia y a la educación de la sociedad como conjunto. La educación de masas aparece en todas partes llena de héroes que defendían este proyecto como un programa humanista, pero en ninguna parte la educación logró tener el alcance de universalidad que alcanzó el sufragio.
En la primera mitad del siglo XX, en los países desarrollados, las clases dominantes requirieron de un mínimo de educación para todos, y un máximo de educación para las élites dirigentes. Más tarde, en el espacio desarrollado, inclusive la educación superior se convirtió en una necesidad extendida. Pero invariablemente en un marco efectivo de desigualdad. Nunca fue lo mismo estudiar en Columbia, Harvard, Cornell, Princeton, Pennsylvania, Yale, Darmouth, o Brown (la Ivy League), que en cualquiera otra institución de educación superior de Estados Unidos. O estudiar en la École Politechnique, o en la École Normale Supérieure de Francia, que en las muchas decenas de instituciones de educación superior de ese país. Ciertamente existen posibilidades, y a los estadounidenses y a los franceses siempre les interesó, incorporar a los miembros de las clases bajas con talento, a sus propias élites.