¿Que importancia tuvo la Revolución Rusa en el desarrollo de la guerra?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
La revolución rusa fue uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX, acontecimiento que está a la par de las dos guerras mundiales o el fin de la Guerra Fría. Este suceso condicionó para bien y para mal muchos de los fenómenos que acaecieron en referido siglo, generando distintos tipos de ideologías que tuvieron su contrapartida en acciones políticas muy concretas. Hoy en día la misma nos puede parecer un tanto difícil de comprender debido a la distancia histórica, pero lo cierto es que ponerla en contexto puede dar a entender mucho de los fenómenos que incluso hoy nos atraviesan a nivel social.
La revolución rusa significó el pasaje de una organización política de tipo absolutista a una organización de tipo comunista. Esto significa que hubo una reformulación radical de las condiciones en la que la sociedad se desenvolvía. Rusia se organizaba como los antiguos reinados de Europa, con un soberano a la cabeza del país, soberano cuya palabra constituía la ley. Este soberano, el zar, enfrentó resistencias debido a condiciones sociales imperantes a principio de siglo, hecho que lo llevó a tratar con dureza a los rebeldes. Posteriormente, con el ingreso de Rusia a la Primera Guerra Mundial, las resistencias se acentuaron como consecuencia de los efectos negativos que generaba en la sociedad un conflicto tan arduo. Las condiciones fueron empeorando hasta que finalmente una serie de huelgas terminaron en una revuelta que obligó al zar a abdicar. Dada esta circunstancia, se conformó un gobierno provisional que tenía un carácter conservador, pero mientras tanto la agitación en el pueblo seguía aumentando. Es importante considerar que en el pueblo existían unidades básicas de organización, hecho que significaba en la práctica un poder paralelo. Finalmente, la situación se resolvió con un derribo de la estructura formal de poder en favor de los consejos de campesinos y de Lenin como jefe del nuevo estado.
La revolución rusa dio lugar a un estado comunista que duraría muchos años y que expandiría su influencia por el mundo, logrando que muchos países optaran por su forma de organización social. Lo que llama la atención de esta circunstancia es que los sucesos se dieron de forma distinta a lo que se pregonaba desde el marxismo. En efecto, según el materialismo dialéctico, la revolución debería de pasar primero por una sociedad capitalista, sociedad que luego daría forma a una dictadura del proletariado; en este caso, la dictadura llegó sin que en ningún momento se pase a una sociedad en donde el capital fuese la premisa de organización.