?que importancia tiene para el cristiano católico la cosmología?
Respuestas a la pregunta
La catequesis sobre la Creación reviste una importancia capital. Se refiere a los fundamentos mismos de la vida humana y cristiana: explicita la respuesta de la fe cristiana a la pregunta básica que los hombres de todos los tiempos se han formulado: “¿De dónde venimos?” “¿A
dónde vamos?” “¿Cuál es nuestro origen?” “¿Cuál es nuestro fin?” “¿De dónde viene y a dónde
va todo lo que existe?” Las dos cuestiones, la del origen y la del fin, son inseparables. Son decisivas para el sentido y la orientación de nuestra vida y nuestro obrar.
283-284. Encuadre dentro del ámbito de las ciencias.
285. Desde sus comienzos, la fe cristiana se ha visto confrontada a respuestas distintas de
las suyas sobre la cuestión de los orígenes. Así, en las religiones y culturas antiguas encontramos
numerosos mitos referentes a los orígenes. Algunos filósofos han dicho que todo es Dios, que el
mundo es Dios, o que el devenir del mundo es el devenir de Dios (panteísmo); otros han dicho
que el mundo es una emanación necesaria de Dios, que brota de esta fuente y retorna a ella; otros
han afirmado incluso la existencia de dos principios eternos, el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas, en lucha permanente (dualismo, maniqueísmo); según algunas de estas concepciones, el
mundo (al menos el mundo material) sería malo, producto de una caída, y por tanto que se ha de
rechazar y superar (gnosis); otros admiten que el mundo ha sido hecho por Dios, pero a la manera
de un relojero que, una vez hecho, lo habría abandonado a él mismo (deísmo); otros, finalmente,
no aceptan ningún origen transcendente del mundo, sino que ven en él el puro juego de una materia que ha existido siempre (materialismo). Todas estas tentativas dan testimonio de la permanencia y de la universalidad de la cuestión de los orígenes. Esta búsqueda es inherente al hombre.
286. La inteligencia humana puede ciertamente encontrar ya una respuesta a la cuestión de
los orígenes. En efecto, la existencia de Dios Creador puede ser conocida con certeza por sus
obras gracias a la luz de la razón humana (DS: 3026), aunque este conocimiento es con frecuencia oscurecido y desfigurado por el error.