Musica, pregunta formulada por victoriaabiv07, hace 9 meses

Qué impacto produjo la dictadura militar en el rock

Respuestas a la pregunta

Contestado por JuaN124a
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Introducción

El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 en Argentina no es una más de la serie de dictaduras militares que ocurrieron en la República Argentina desde 1930. Las características particulares de este período de gobierno militar entre 1976 y 1983 dejaron un saldo de horror en la memoria de un país que ya lleva varias décadas revisitando los hechos e intentando resolver el debate ideológico que aún continúa. Las consecuencias y las sombras que proyecta este período están vigentes día a día en la sociedad argentina. El debate entre críticos, políticos, académicos, periodistas y ciudadanos en general, está enmarcado en lo cotidiano de la Argentina actual. La búsqueda de una identidad como sociedad y como nación continúa a través de la ya extensa y aún no saldada discusión del significado y las secuelas de la dictadura.

Entre las estrategias represivas de la dictadura militar se encontraba la manipulación del lenguaje y de la opinión pública. En efecto, el régimen militar se caracterizó por su uso orwelliano del lenguaje en el que la construcción de un “enemigo” y una situación de “guerra” eran los principales ejes de un discurso que iba cambiando según fuera necesario para el alcance de sus fines. El blanco principal eran los jóvenes y su ideología.

El rock nacional argentino existía desde los años 60 y ya presentaba particularidades locales. Curiosamente, floreció y se desarrolló con más fuerza gracias a la represión y censura del régimen militar. Los músicos de la época se encontraron frente a un adversario y objetivo común: librar batalla contra la censura. Se puede hablar del rock nacional antes y después de la dictadura, ya que los represores militares obtuvieron un efecto inesperado en su plan: en lugar de contenerlo y manipularlo, como era su intención, impulsaron el desarrollo del rock nacional como movimiento de resistencia. Este resultado se vio aún más beneficiado cuando el General Galtieri durante la Guerra de Malvinas, el mismo día en que fue declarada, el 2 de abril de 1982, dispuso a través de un decreto la prohibición radiofónica y televisiva de música anglosajona o cantada en inglés. Esto implicó que los musicalizadores de todos los medios de comunicación tuviesen que recurrir a los discos de artistas nacionales para cubrir el espacio vacío. Y el rock no se reemplazaba con folklore o tango sin riesgo de perder audiencia, por lo tanto, había que buscar más rock. A partir de ese momento, el rock nacional cobró un protagonismo sin precedentes en el país y alcanzó un nivel de circulación social y artístico muy movilizador que no decayó con la caída del régimen.

En la primera etapa de la dictadura, la primera “guerra” de la que se hablaba era interna, contra la subversión: el enemigo era el “subversivo” y muchas veces el rockero por su aspecto hippie, que para los militares era sinónimo de marxista. Ya en la segunda etapa, la guerra se desplaza al ámbito externo con motivo del reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas/Falklands. Esta vez el enemigo no estaba solamente en el campo de batalla, sino que era el ciudadano inglés, su lengua, su música. En una estrategia oportunista los jóvenes argentinos, incluso los rockeros que antes habían sido perseguidos, fueron convocados a colaborar con el régimen y a apoyar la guerra. A modo de respuesta, un grupo de productores de rock organizó el Festival de la Solidaridad Latinoamericana, donde, lejos de respaldar la aventura militar en el sur, los músicos presentes –e incluso los que se negaron a participar– manifestaron su claro repudio a la guerra. Algunos, como Charly García, hasta reivindicaron lo que consideraban valioso de los ingleses como artistas y otros, como Raúl Porchetto, nos recordaron que también ellos eran víctimas del gobierno de Margaret Thatcher, como se ejemplificará en breve.

En este estudio se analiza el operar de la censura y la construcción del “enemigo” y de la “guerra” en la retórica del Proceso de Reorganización Nacional; y el desplazamiento del rock nacional argentino en la época mencionada desde su categorización como “enemigo interno” de la Junta para luego pasar a ser convocado para que apoyara la campaña contra el “enemigo externo” durante la guerra de Malvinas, jugada que fracasó para el régimen pero favoreció al movimiento.

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