Qué hubiera pasado si nuestro país desde un inicio se industrializa va
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En diciembre de 1968, Oscar Braun y Len Joy (1968) publicaron en el
Economie Journal un modelo sencillo de la macroeconomia argentina con
el que trataban de explicar las relaciones entre el balance de pagos, los
precios internos y el nivel de actividad económica.
Dicho modelo se basaba en un esquema simple de dos sectores: uno
industrial, que sólo trabaja para el mercado interno y tras una fuerte barrera
de protección arancelaria, y otro agropecuario, que exporta y abastece la
demanda interna, tanto de wage goods como de divisas, para cubrir las
necesidades de importación de bienes intermedios y de capital que
requiere el sector manufacturero. Partiendo de este esquema ambos
autores demostraban que durante la faz expansiva del ciclo económico se
genera una demanda creciente de importaciones cuyo costo en divisas no
alcanza a ser cubierto por la oferta exportable de bienes primarios,
gestándose así condiciones estructurales para una devaluación del peso.
El alza del tipo de cambio se transmite a los precios, esto deprime el
salario real y, como consecuencia, cae el gasto de los trabajadores. La
recesión, por un lado, y la caída de demanda interna de wage goods, por
otro, al liberar mayores saldos exportables, vuelven a cerrar la brecha en
la cuenta corriente externa y a recrear una nueva situación de equilibrio
macroeconômico.
Con anterioridad al trabajo de Braun y Joy, Carlos Díaz Alejandro (1963)
había examinado las condiciones en que una devaluación puede producir
un empeoramiento de la balanza comercial y, por esta vía, una caída del
producto doméstico. Para ello emplea un modelo semejante al de aquellos
autores y concluye diciendo que, allí donde la elasticidad cruzada de
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demanda por el bien doméstico respecto del precio del bien exportable así
como el diferencial entre la tasa marginal de ahorro de capitalistas y
trabajadores son suficientemente bajos, en tanto que la diferencia entre la
propensión marginal de trabajadores y capitalistas a consumir el bien
doméstico resulta positiva y relativamente alta, ‘la devaluación llevará a un
. empeoramiento del balance comercial y a una caída en el producto*. A su
vez, Miguel Sidrauski (1968) también en el marco de un modelo de dos
países, dos productos, dos sectores sociales, pero incluyendo la presencia
activa de un sector monetario, demuestra que la caída en el nivel de la
actividad económica posterior a la devaluación puede provenir tanto de un
'efecto monetario* -por ejemplo, una emisión monetaria demasiado
restrictiva tras la modificación del tipo de cambio-, como del ‘efecto real*
identificado por Díaz Alejandro, es decir, el que se origina en cambios en
el patrón de distribución de los ingresos, en las elasticidades cruzadas de
demanda y en las propensiones marginales a consumir de distintos
sectores de la comunidad.
Rosemary Thorp y Eprime Eshag (1965) también examinaron durante
esos años la paradoja de un cuadro inflacionario en el contexto de una
recesión económica inducida por una caída en la demanda global; y es
notorio el grado de convergencia de las ideas expuestas en el trabajo de
estos autores y lo planteado por Braun y Joy.
Asimismo, cabe destacar que los escritos de la CEPAL -incluso
anteriores a la década del sesenta- insisten, a través de la pluma de Raúl
Prebisch, en describir la economía argentina en el marco de un modelo
simplificado de dos sectores, semejante al que inspira a los autores
previamente mencionados (CEPAL, 1959).
El modelo 'estilizado* de funcionamiento de la economía nacional que
subyace bajo todos estos trabajos ha ejercido una notable influencia en el
pensamiento económico nacional. Casi quince años más tarde, en un
artículo que habría de tener también fuerte repercusión en el medio
académico e intelectual local, Adolfo Canitrot (1981) describe la macroeconomia argentina con un modelo formal algo más complejo pero semejante
en sus rasgos básicos al de Braun y Joy. De una forma u otra este
esquema 'estilizado* de la macroeconomia nacional siguió siendo el
basamento teórico en el que se ha llevado a cabo el debate económico
local hasta nuestros días.
Hay dos rasgos centrales de En diciembre de 1968, Oscar Braun y Len Joy (1968) publicaron en el
Economie Journal un modelo sencillo de la macroeconomia argentina con
el que trataban de explicar las relaciones entre el balance de pagos, los
precios internos y el nivel de actividad económica.
Dicho modelo se basaba en un esquema simple de dos sectores: uno
industrial, que sólo trabaja para el mercado interno y tras una fuerte barrera
de protección arancelaria, y otro agropecuario, que exporta y abastece la
Respuesta:
“La Revolución Industrial marcó un punto de inflexión en la historia, de ... Son muchos los sectores que se han visto reforzados gracias
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