Historia, pregunta formulada por saludosyoutube2348, hace 4 meses

¿Que historias de Emilia García Valero ​

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Contestado por davidsantiagoh93
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28/10/2018 -  

VALÈNCIA. No queda nada. Es una València que “prácticamente desapareció”, asegura el escritor y coleccionista valenciano Rafael Solaz. Tan solo un puñado de textos, las primeras fotografías de la ciudad y algunas memorias. Entre ellas las de un autor y actor teatral de cierto prestigio entonces y sobre todo éxito, Vicente García Valero (1855-1927), un nombre hoy en apariencia olvidado pero que se ha convertido en un icono entre coleccionistas y amantes de la historia de la ciudad y de los relatos góticos. Retratos suyos dedicados se venden en Internet por cientos de euros y fue incluso protagonista de un especial del famoso programa televisivo de misterio Cuarto milenio, presentado por Íker Jiménez. Y es que como bien dice el historiador e investigador valenciano José Antonio Garzón, la historia de García Valero “tiene los mimbres de un relato de Edgar Allan Poe o Lovecratf; es una historia que nos cautiva desde el primer instante”.

Foto: KIKE TABERNER

Vicente García Valero en un retrato incluido en el libro de Solaz. Foto: KIKE TABERNER

El porqué este ignoto escritor ha vuelto a la actualidad es un secreto más fácil de resolver. Hace ya un lustro Rafael Solaz dio a conocer la enfermiza y obsesiva tragedia de García Valero, que había conocido por las memorias del propio actor y dramaturgo Páginas del pasado. Posteriormente la incorporó a las rutas del Museo del Silencio, un paseo por las calles del Cementerio General de València que ayuda a redescubrir historias insólitas de la ciudad. Y después el boca a oreja hizo el resto. Una fama que ha sido, curiosamente, pese a la ciudad, cuyo crecimiento urbanístico parece que hubiera sido diseñado para que no quedara ni rastro. Porque la València que vivió la patética historia de amor de García Valero y Emilia Vidal (1857-1876) ya ni existe. Sólo quedan restos, vestigios, y a veces ni siquiera eso.  

Foto: KIKE TABERNER

Edificio Apolo, construido en el lugar en el que estuvo el teatro. Foto: KIKE TABERNER

“La zona de la calle de la Sequiola, donde vivía él, es ahora Don Juan de Austria; no cambió su trazado pero sus edificios sí fueron derribados”, explica Solaz. “En donde estaba la casa natal de García Valero edificaron el edificio del Teatro Apolo, que también ha desaparecido”, añade. Otro tanto sucedió con el vecino barrio de Pescadores, el de su amada Emilia, que ya ni existe y que ha sido suplido por el corazón de la València contemporánea. Como comenta la periodista Rosa Domínguez, ya prácticamente “nadie recuerda que hubo un barrio llamado pescadores datado en la época medieval”. El barrio abarcaba el perímetro comprendido entre la calle de Las Barcas, la calle Huerto de los Sastres [actual Pascual y Genis], Lauria y la zona de la calle del Sagrario de San Francisco [actual plaza de l’Ajuntament], explica Solaz.  

Panorámica del barrio de pescadores, con el teatro Principal a la derecha.

El barrio de pescadores recibía su nombre, lógicamente, por ser el espacio donde vivían buena parte de ellos. Estaba alejado del mar porque hasta no hace mucho vivir junto al Mediterráneo era cualquier cosa menos una buena idea. Fue testigo de muchas vivencias, algunas tan espectaculares como el robo en 1871 en la sede en València del Banco de España que ejecutaron los Seguí, unos forajidos de leyenda. Una de las testigos de este atraco fue precisamente el gran amor de García Valero, Emilia. Ella vivía con su familia en un tercer piso frente al convento de Santo Tomás, esquina a la calle del Empedrat, no muy lejos de la casa que alquilaron los Seguí en la plaza de las Barcas, desde donde hicieron el túnel con el que llegaron hasta el banco. Todos estos espacios han sido engullidos por las calles Poeta Querol, Pascual y Genís, Pintor Sorolla y Barcas. Sic transit gloria mundi.

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