que hace invisible la situacion de racismo y discriminacion de la niñez y la adolecencia afrodecendiente?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
La historia de América Latina está íntimamente relacionada con la colonización europea, la conquista y la esclavitud. Esta última consistió tanto en la esclavización de parte de la población indígena como, en particular, de personas africanas traficadas intercontinentalmente [2]. El sistema esclavista perduró en la región por casi 400 años y ha dejado marcas profundas en nuestras sociedades. Entre ellas, se destacan las desigualdades estructurales que afectan a las poblaciones afrodescendientes y la persistencia y reproducción del racismo y de la discriminación étnica y racial manifestados en diferentes ámbitos del desarrollo y de los derechos, tales como la salud, la educación, el trabajo, la protección social y la posibilidad de vivir una vida libre de violencia.
La herencia del pasado colonial y esclavista y la reproducción de la desigualdad y de la discriminación racial a través de estructuras, instituciones, prácticas y patrones culturales vigentes hasta hoy, explican por qué la desigualdad racial es uno de los ejes estructurantes de la matriz de la desigualdad social en América Latina, junto con las desigualdades socioeconómicas, de género, territoriales y de edad (CEPAL, 2016c). Esas desigualdades no solamente se suman, sino que se entrecruzan, potencian y encadenan a lo largo del ciclo de vida. El análisis de la situación de los niños, niñas y adolescentes afrodescendientes en América Latina evidencia el entrecruzamiento de las desigualdades raciales y de aquellas basadas en la edad de las personas. La evidencia señala significativas carencias, brechas y vulneraciones de derechos en áreas fundamentales del desarrollo y bienestar de este grupo, tanto en lo que se refiere a indicadores básicos de salud y nutrición, como en el acceso a la educación, a los servicios básicos de infraestructura y a la posibilidad de vivir una vida libre de violencia, en entornos seguros y con oportunidades efectivas de movilidad social ascendente y de realización personal. Aun considerando que las estadísticas disponibles son insuficientes para medir adecuadamente las desigualdades raciales en la mayoría de los países de América Latina y en todas las dimensiones del desarrollo social y de la agenda de derechos que debieran ser consideradas, los datos evidencian el largo camino que hay que recorrer para que los niños, niñas y adolescentes afrodescendientes no sean dejados atrás en la senda del desarrollo y para que sus derechos sean garantizados