¿Que hace el gobierno para acabar con el secuestro?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las autoridades han comisionado a 2.000 agentes secretos, 24 fiscales y un coordinador antisecuestros especial para que se dediquen exclusivamente a combatir ese tipo de delito. En Río de Janeiro, una marcha pública en protesta por la enorme cantidad de secuestros ocurridos en la ciudad contó con unos cien mil participantes. En Brasil y Colombia, grupos paramilitares han raptado a parientes de secuestradores como táctica de contraataque. Y algunos filipinos han formado grupos parapoliciales que han linchado a los secuestradores.
Las autoridades guatemaltecas decretaron la pena de muerte para los transgresores, y el presidente movilizó al ejército a fin de poner coto a la epidemia. El gobierno italiano adoptó medidas severas para frenar los secuestros, como la de hacer ilegal el pago del rescate y confiscar el dinero y los bienes de los familiares a fin de impedir que efectúen el pago. Los funcionarios italianos se jactan de que con dichas medidas se ha logrado disminuir el problema; pero los detractores arguyen que el resultado ha sido que las familias tratan de resolver los casos en secreto, por lo que el número de raptos se reduce solo en los registros oficiales. Las empresas de seguridad privada calculan que, en realidad, la cantidad de secuestros en Italia se ha duplicado desde la década de los ochenta.
Explicación:
Todo Se Resume A Lo Dicho Anterior
Respuesta:
OS secuestros han alcanzado un punto intolerable para toda la nación, y la sociedad entera tiene que combatir este mal”, expresó el primer ministro de Chechenia como parte de una promesa de erradicar esa plaga que ha azotado a esta república autónoma rusa.
¿Erradicar el secuestro? Se aplaude la intención, pero la pregunta es: ¿cómo?
Intentos de eliminarlo
Las autoridades colombianas han comisionado a 2.000 agentes secretos, 24 fiscales y un coordinador antisecuestros especial para que se dediquen exclusivamente a combatir ese tipo de delito. En Río de Janeiro, una marcha pública en protesta por la enorme cantidad de secuestros ocurridos en la ciudad contó con unos cien mil participantes. En Brasil y Colombia, grupos paramilitares han raptado a parientes de secuestradores como táctica de contraataque. Y algunos filipinos han formado grupos parapoliciales que han linchado a los secuestradores.
Las autoridades guatemaltecas decretaron la pena de muerte para los transgresores, y el presidente movilizó al ejército a fin de poner coto a la epidemia. El gobierno italiano adoptó medidas severas para frenar los secuestros, como la de hacer ilegal el pago del rescate y confiscar el dinero y los bienes de los familiares a fin de impedir que efectúen el pago. Los funcionarios italianos se jactan de que con dichas medidas se ha logrado disminuir el problema; pero los detractores arguyen que el resultado ha sido que las familias tratan de resolver los casos en secreto, por lo que el número de raptos se reduce solo en los registros oficiales. Las empresas de seguridad privada calculan que, en realidad, la cantidad de secuestros en Italia se ha duplicado desde la década de los ochenta.
Muchas propuestas, pocas soluciones
Para un buen número de parientes de las víctimas solo parece haber una solución viable: pagar el rescate lo antes posible para que liberen a su ser amado. Pero los expertos en la materia advierten de que, si el rescate es elevado y se paga en muy poco tiempo, los secuestradores pueden llegar a la conclusión de que la familia es un blanco fácil y hacerla víctima nuevamente. O quizás pidan un segundo rescate antes de soltar al rehén.
Algunas familias han pagado precios elevados y se han encontrado con que la víctima ya estaba muerta. Por esta razón, los especialistas dicen que nunca se debe pagar un rescate o negociarlo sin antes tener pruebas de que la persona continúa con vida. Una prueba pudiera consistir en que se dé respuesta a una pregunta que únicamente la víctima pueda contestar. Algunos piden que se le tome una foto al rehén mientras sostiene en la mano un periódico de fecha reciente.