¿Qué factores influyeron para que se dé el fenómeno de la sojización en nuestro país? ¿A qué tipo de comercio fue destinada?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Qué factores influyeron para que se dé el fenómeno de la sojización en nuestro país?
En Argentina, la alta rentabilidad derivada del incremento excepcional de los precios internacionales de la soja, llevaron a los empresarios agropecuarios a volcarse progresivamente hacia la siembra de soja transgénica, que llevó al país a convertirse en el tercer productor anual de soja en bruto y el primero de aceite de soja.3 Este proceso es en alguna medida seguido de cerca por grupos económicos organizados en ACSoja (Asociación de la Cadena de la Soja) y promovido por la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA).
Por el mismo motivo y por las políticas macro aplicadas desde 1976, se produjo un aumento de la concentración de la tierra. Entre 1966 y 2002 desapareció la mitad de los productores, de 650.000 a menos 330.000, llegando a concentrarse el 49.7% de la tierra (la mitad de la superficie del país) en 6900 propietarios, más de 40 millones de has (el 14% del territorio nacional) pasaron a manos extranjeras en dicho período incluidas áreas de frontera, cursos de agua y zonas estratégicas.4
Algunas personas atribuyen a la sojización en Argentina graves problemas sociales (ver Paro agropecuario patronal en Argentina de 2008), entre ellos el gobernador de la provincia de Santa Fe, Hermes Binner:
Si nos dejamos llevar por el precio de la soja, en una provincia como Santa Fe, en poco tiempo no va a quedar nada de las demás actividades productivas. El proceso de sojización ha significado vaciar el campo, que la gente migre a las ciudades, con oficios que no corresponden a las demandas que hoy tiene una ciudad, a vivir en los peores lugares, lo que genera planes sociales que nunca tendrán el valor del trabajo como elemento formador del individuo y la sociedad.
Hermes Binner, Gobernador de la Provincia de Santa Fe, Argentina5
En la campaña 2016 se usaron alrededor de 228 millones de litros de glisfosato, 29 millones de litros de 2-4-D, cerca de 17 millones de litros de endosulfán. Cada años se utilizan alrededor de 452 mil toneladas de plaguicidas y acompañantes del glifosato, que son productos altamente cancerígenos, producen alergias, malformaciones, reacciones en la piel, afecciones respiratorias, afectan los embarazos, producen abortos espontáneos y han disparado la tasa de cáncer en la Argentina. Cada 500 has. de soja RR (Dellatorre, 2004) se genera un solo puesto de trabajo, destruyendo 9 de cada 10 puestos de trabajo efectivo
¿A qué tipo de comercio fue destinada?
Los orígenes del comercio se remontan a finales del periodo Neolítico, cuando se descubrió la agricultura. Al inicio, la agricultura que se practicaba era una agricultura de subsistencia, donde las justas eran para la población dedicada a los asuntos agrícolas. Sin embargo, a medida que fueron incorporándose nuevos desarrollos tecnológicos al día a día de los agricultores, como por ejemplo la fuerza animal, o el uso de diferentes herramientas, las cosechas obtenidas eran cada vez mayores. Así llegó el momento propicio para el nacimiento del comercio, favorecido por dos factores:
Las cosechas obtenidas eran mayores que la que necesitaban para la subsistencia de la comunidad.
Ya no era necesario que toda la comunidad se dedicara a la agricultura, por lo tanto parte de la población empezó a especializarse en otros asuntos, como la alfarería o la siderurgia.
Por lo tanto, los excedentes de las cosechas empezaron a intercambiarse con otros objetos en los que otras comunidades estaban especializadas. Normalmente estos objetos eran elementos para la defensa de la comunidad (armas), depósitos para poder transportar o almacenar los excedentes alimentarios (ánforas, etc.), nuevos utensilios agrícolas (azadas de metal...), o incluso más adelante objetos de lujo (espejos, pendientes, etc).
Este comercio primitivo, no solo supuso un intercambio local de bienes y alimentos, sino también un intercambio global de innovaciones científicas y tecnológicas, entre otros, el trabajo en hierro, el trabajo en bronce, la rueda, el torno, la navegación, la escritura, nuevas formas de urbanismo, y un largo etcétera. En la península ibérica este periodo se conoce como el Orientalizante, por las continuas influencias recibidas de Oriente. En este momento es cuando surge la cultura ibérica.