Que factores influyeron para que en el siglo XVIII aumentara la pobreza en la sociedad novohispana?
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Respuestas a la pregunta
Respuesta: Las escenas de pobreza y marginación constituían la constante de la ciudad, partícipes de ella eran hombres y mujeres, jóvenes o viejos e infinidad de niños. Estudiosos de la época como Donald Cooper y Felipe Castro, señalan que hay indicios de desnutrición, carencia de vestido y vivienda, que caracterizaba a decenas de personas. Frecuentemente vestidos de andrados, contaban con escasos objetivos de valor incluyendo herramientas de trabajo. Dadas las condiciones de vida, muchos de estos individuos eran los más propensos a incidir en conductas concebidas como antisociales y consecuentemente a recibir la aplicación de medidas represivas.
El embate a la pobreza aún cuando fuera por medio de la represión, no abandonó las actitudes paternalistas propias de esta sociedad; sectores diviles y eclesiásticos emprendieron acciones para aliviar los efectos de la marginación, guiados por su celo de proteger y llevar por el buen camino a sus subalternos. Un ejemplo de ello, fue la prohibición a los pobres de "pasear" por la Alameda, pues a juicio de la élite, el desorden, suciedad e insalubridad en el sitio, eran producto de los individuos de la "más baja plebe de sucios, piojosos y desnudos" que permanecían ahí en días festivos hasta el amanecer. El segundo Conde de Revillagigedo expidió una prohibición para acceder en días de fiesta, a toda gente de mantas, mendigos, descalzos e indecentes. El comercio ambulante en este paseo también esta prohibido, desplazando a un importante porcentaje del sector femenino que ejercía esta actividad.
A las autoridades le resultaba sencillo combatir la problemática social con la restricción; las medidas carentes de todo interés por reflexionar en torno al origen de la problemática. Sectores civiles y religiosos se horrorizaban y compadecían a la vez de las escenas de pobreza que protagonizaba gran parte de la población citadina.
En el transcurso de 1761 a 1813(1) se suscitaron cinco graves epidemias en la ciudad: se considera que gran cantidad de niños y jóvenes fueron afectados y que dadas las condiciones en que vivían muchos de ellos, no siempre fueron atendidos oportuna y adecuadamente. Al parecer, el número de mujeres embarazadas víctimas de los contagios era relevante, ya que la Iglesia adoptó medidas prácticas para salvar en lo posible, la vida del feto. El obispo Don Alonso Núñes de Haro ordenó a los sacerdotes de la Nueva España que en caso de muerte de mujeres embarazadas y a falta de cirujano, ellos mismo tendrían que realizar la cesárea para salvar "el alma y la vida del producto". Esta orden se complementó con la distribución de un manual que explicaba la forma de realizar la operación.
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