¿Qué factores incluyeron más en los procesos de independencia en las colinas americanas los políticos o los económicos?
¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Acatar y cumplir las normas
Según John Lynch, uno de los mejores conocedores de aquel período, Carlos III (1716-88) acometió la “segunda conquista de América”, a través de las llamadas reformas borbónicas. Estas supusieron el recrudecimiento de las políticas centralistas frente al amplio margen de autonomía de que gozaban las élites locales. Madrid exigía un estricto cumplimiento de sus órdenes. La Corona española, dueña de un inmenso imperio, necesitaba fortalecer su autoridad para extraer de sus colonias todo el rendimiento económico posible. Para conseguir su objetivo, habría aplicado sobre sus súbditos una presión excesiva, hasta el punto de empujarlos a la rebelión.
Sin embargo, otro historiador, Manuel Lucena Giraldo, ha planteado que reformas borbónicas e independencia “constituyeron procesos separados”. En su opinión, los criollos, más que asumir un patriotismo mexicano, peruano o argentino como reacción al centralismo, se consideraban tan españoles como los peninsulares. A veces incluso más. Por eso no aceptaban que se les impusiera, desde Europa, un sistema de gobierno que casaba mal con sus circunstancias. Partían de que los diferentes territorios que constituían la monarquía necesitaban políticas adaptadas a su realidad, no la imposición de un modelo único para todos. A lo largo del siglo XVIII, el malestar contra las reformas se expresa en diferentes revueltas, en las que intervienen criollos, indígenas y mestizos.
Retrato de Carlos III, de Anton Rafael Mengs, c. 1765. TERCEROS
2. El modelo estadounidense
Las expresiones de disidencia en diversas regiones concienciaron a la metrópoli de que su dominio peligraba si continuaba imponiendo cambios demasiado radicales. Por ello, en la década de 1780, se volvió a fórmulas pactistas. Había que evitar que los súbditos ultramarinos siguieran la senda de los norteamericanos, recién independizados de Inglaterra. Con ayuda española, por cierto.
Carlos III intervino en la emancipación de Estados Unidos sin advertir que sería un modelo para las colonias latinoamericanas.
Carlos III no había advertido que, a largo plazo, Estados Unidos constituiría un modelo para las colonias latinoamericanas. Además, en 1789 estalló la Revolución Francesa, que pronto irradió por todo el mundo sus principios de libertad, igualdad y fraternidad. Se ha debatido mucho hasta qué punto influyeron estas ideas en la América hispana.