¿Qué factores descontrolan las funciones del sistema nervioso?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Genética-herencia
Los avances en genética molecular han permitido identificar un gran número de mutaciones y de polimorfismos que determinan la herencia de numerosas enfermedades neurológicas . Algunos determinantes genéticos convierten la enfermedad en claramente hereditaria, como p.e algunas formas de Enfermedad de Parkinson de inicio juvenil, mientras que otros solamente aumentan el riesgo de padecerlas.
Un avance novedoso y que quizás permitirá un enfoque muy diferente de estas enfermedades en el futuro es la epigenética. Esta área de estudio de la biología, estudia la expresión de los genes, es decir, esa capacidad que tiene un gen de expresarse o no, en función de diferentes factores ambientales , hormonales , infecciosos, etc. Esto genera la esperanza de que, aunque una persona sea portadora de una “señal” genética que predispone a una enfermedad, si conocemos los factores que hacen que esa señal se exprese o no, podamos modificar el riesgo de padecer la enfermedad a la que predispone.
Riesgo de Enfermedad de Alzheimer por grupo de edad
Riesgo de Enfermedad de Alzheimer por grupo de edad
Edad
La edad también influye en muchas enfermedades neurológicas. A mayor edad mayor riesgo de padecer aterosclerosis cerebral y enfermedades neurodegenerativas. Así p.e. la enfermedad de Alzheimer tiene una prevalencia del 3% a los 65 años y casi del 20% en mayores de 80 años. Las razones son desconocidas, pero muy probablemente tengan relación con los mecanismos biológicos del envejecimiento celular como p.e. la acumulación de radicales libres en los tejidos (stress oxidativo aumenta), pérdida de la capacidad de reparar los daños en el ADN, pérdida de la capacidad de las células madre para regenerar tejidos, etc.
Factores ambientales
Nutrición
Muchos estudios avalan la influencia de la nutrición en el cerebro, y en el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas.
Nadie duda ya de que la alimentación inadecuada, p.e rica en grasas (saturadas), aumenta el riesgo de aterosclerosis y con ello de enfermedad coronaria (infarto de miocardio) o vascular cerebral (ictus).
Cada vez hay más grupos de investigación que estudian qué componentes de la nutrición tienen un efecto protector del sistema nervioso, el llamado efecto neuroprotector. Los componentes que más estudios han generado y están generando, son :
ciertas vitaminas : vitamina A, B, D, E
los polifenoles (y, dentro de éstos, los flavonoides) : sustancias químicas presentes en los vegetales y más abundantes en uva, manzana, cacao, cerezas, arándanos, granadas y en bebidas como en el vino tinto
ácidos grasos polinsaturados :
omega-3: Ácido Alfa Linolenico (ALA), ácido docosahexaenoico (DHA)y ácido eicosapentanoico (EPA) : presentes de forma más abundante en los frutos secos, el pescado azul, ciertos crustáceos, semillas como la linaza
omega-6
omega-9
También hay estudios recientes, tanto en animales como en humanos que apuntan a que la ingesta calórica reducida (reducción de número de calorías, pero manteniendo una correcta ingesta de los nutrientes esenciales) previene el deterioro cognitivo y la demencia de Alzheimer .
Ejercicio físico
El ejercicio físico, además de sus conocidos efectos beneficiosos físicos, también se ha asociado a un mejor rendimiento intelectual y a la prevención de la demencia. Diversos son los mecanismos implicados en esta mejoría:
aumento de la vascularización del cerebro ( mayor aporte de oxígeno y nutrientes)
aumento de la producción de sustancias que promueven la formación de neuronas y de nuevas conexiones entre ellas
aumento del volumen de regiones del cerebro implicadas en la memoria
etc
Incluso una actividad física modesta pero contínua aumenta el volumen de aquellas áreas cerebrales que típicamente se atrofian en la senectud, previniendo y retrasando la aparición de la enfermedad de Alzheimer.
Estado emocional
Es conocido que el estrés psicológico perjudica nuestra salud. Como ocurre con la nutrición incorrecta, sabemos que el estrés crónico, mantenido, aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (angina de pecho, infarto de miocardio). También se ha podido demostrar cómo el estrés crónico altera nuestra inmunidad y nos hace más vulnerables a las infecciones.
Explicación:
mejor respuesta :)