¿Qué facilitaría una ley de ejercicio profesional de acompañante terapeutico?
Respuestas a la pregunta
El presente proyecto manifiesta la necesidad de regular la profesión de acompañante terapéutico con el fin de otorgarle legitimación y acreditación formal a una actividad que de gran ayuda y eficacia pero que permanece en las penumbras, merced a la ausencia de un adecuado marco institucional. Regular en el territorio nacional el ejercicio de la profesión de Acompañante Terapéutico, es seguir los pasos de vanguardia que han tomado distintas Provincias argentinas a este respecto, antecedentes importantes tales como, las leyes sancionadas en las Provincias de San Luis (III-0599-2007) y San Juan (ley 7988 que modifica la ley 7697) y varios proyecto de ley en Santa Fe, Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, realizados con el beneplácito y la colaboración de la Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina (AATRA).
En efecto, el Acompañante Terapéutico forma parte de un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud que trabajan en conjunto. Estar junto al paciente día a día en su entorno habitual, auxiliarlo en sus dolencias, animándolo a desenvolverse y juntos resolver dificultades, facilita y motiva a una mejora en todas sus funciones, otorga seguridad y autonomía, ayuda a sostener o restablecer los vínculos de su entorno familiar, social, laboral, que acelera su recuperación, evita el avance crónico de la enfermedad y la consiguiente estigmatización social, que produciría su total.
Cada paciente es único y ostenta distintas problemáticas, esta singularidad va a imprimir las estrategias a seguir del Acompañante Terapéutico, las consignas a alcanzar, lo que puede o no hacerse, posibilitando sostener con mayor habilidad el tratamiento.
El profesional, es un agente de salud formado en Psicopatología y Psicología, entrenado para contener, en un nivel vivencial, no interpretativo, para lo cual debe poner el cuerpo y constituir una presencia receptiva, cálida y confiable. Son excelentes los resultados obtenidos en personas que viven solas, esto es sin contención familiar, ya que funciona como un motor que moviliza, evitando el aislamiento, otorgando una mejor calidad de vida, respaldando el desarrollo de lazos sociales.
En el seno de una familia coopera en la contención, guía y asesoramiento del familiar de la persona asistida, brindando orientación y consejo para afrontar el proceso de recuperación o el mantenimiento del tratamiento.
La evolución del acompañamiento terapéutico, ha logrado convertirse en una disciplina de la salud de importante reconocimiento internacional, con representación en varias Universidades de Latinoamérica (Argentina, Brasil, México) y ocupan un lugar como perfil social en la comunidad. La calidad del vínculo, subrayada por autores como Pichón-Riviere y José Bleger, marcaría desde su inicio el destino de esta profesión. Lo cierto es que surge hace más de tres décadas, con el propósito de implicar aquellos espacios, que hoy denominamos "lo cotidiano", en pacientes graves que requerían un cuidado prolongado, pero tenían una autonomía suficiente como para permanecer en sus casas.
La realidad es que el progreso del conocimiento médico ha forjado una gran cantidad de saberes y pericias, auxiliares de la medicina, complementarias a esta, pero no por ello menos relevantes. El acompañante terapéutico, sin vacilación, mejora la calidad de vida de personas que necesitan asistencia por enfermedades o discapacidades físicas o mentales, permanentes o provisorias, y ha demostrado en muchos casos una efectividad mayor a cualquier otro tratamiento. Todo ello, por cuanto se trata de un agente de salud preparado e instruido para conllevar y compartir actividades, angustias, fluctuaciones e inestabilidades de pacientes de enfermedades mentales, como así también de aquellos que no puedan valerse por sí mismas por otras circunstancias.
En esta inteligencia, consideré importante introducir en el Artículo 7º, del presente proyecto varias competencias que paso a desarrollar ... "La competencia del acompañante terapéutico alcanza el trabajo con neonatos, niños, adolescentes, adultos, personas de la tercera edad, en condiciones de fragilidad. Comprende cuidados paliativos, enfermedades mentales, discapacidad, enfermedades invalidantes, enfermedades crónicas, adicciones de distinta índole, obesidad, trastornos en la alimentación y cualquier otra dolencia en la que sea necesario un seguimiento intensivo del paciente."
Espero te ayude :)