¿Qué estudios y actividades realizó Darwin antes de dedicarse a su
verdadera vocación?
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RESUMEN
Se presenta una descripción biográfica de Darwin, su primera etapa de trabajo como naturalista del Beagle durante 5 años, y su segunda etapa en la casa de campo de Down investigando todas las muestras recogidas, hasta la creación de su teoría. Luego se describen los pasos que Darwin siguió para desarrollar la teoría de la evolución y cómo su camino intelectual se cruzó con el Wallace, que llegó a las mismas conclusiones de forma independiente. Finalmente, se analizan la influencia e importancia de la teoría de la evolución para la psicología.
Charles Darwin nació en 1809 y murió en 1882. Por todos es conocido como el padre de la teoría de la evolución, la cual revolucionó el conocimiento del hombre y plantó el germen de la nueva ciencia del siglo XX.
Reconocido en su época como el “sabio de Down” o con el irónico “santo de la ciencia”, Darwin fue, sin lugar a dudas, un hombre muy particular. Un hombre que escribió 17 libros científicos y 155 artículos (Milner, 1995) en una obra que reunida equivale a 10.000 páginas impresas, producidas a pesar de su misteriosa enfermedad, que le agobió durante más de cuarenta años y que supo mantener a raya el tiempo suficiente, como para alcanzar a ver la influencia de su teoría en el mundo.
Por un lado, la historia de su vida puede dividirse en dos importantes períodos. El primero tiene que ver con la expedición que duró cinco años a bordo del Beagle. El predestinado médico, por seguir la herencia de su abuelo y su padre, abandonó tal profesión para convertirse en clérigo, pero antes de iniciar tal vocación le fue ofrecida la oportunidad de su vida para un joven apasionado por la observación y la naturaleza: viajar para descubrir y estudiar la naturaleza. Era un naturalista nato, en una época en que no existían como tal. El 27 de diciembre de 1831 emprendió como naturalista el viaje de cinco años a bordo del HMS Beagle al mando del capitán Robert FitzRoy, con tan sólo 24 años (sólo tres años mayor que Darwin). Juntos exploraron Suramérica, Australia, Tahití y Sudáfrica.
Cabalgó al lado de los gauchos argentinos; sobrevivió a mares encrespados, tormentas y terremotos; atravesó selvas bullentes de aves y plantas exóticas. Gracias a ello, observó y coleccionó miles de especímenes de plantas y animales, extrajo de los acantilados esqueletos fósiles de perezosos gigantes y descubrió los secretos de las islas y arrecifes de coral. Para otro apasionado explorador todo ello podría haberse convertido en el diario de una serie de experiencias increíbles y llamativas, pero inconexas; para Darwin no era así, pues su mente buscaba de forma fundamental encontrar regularidades y conexiones subyacentes.
Según Darwin, el mero coleccionismo de muestras era un vicio de la “horda de naturalistas sin alma”, pero él disfrutaba de una curiosidad ampliada que le llevó a pertenecer a las filas de los naturalistas filosóficos que combinaban la observación con la búsqueda de explicaciones generales o leyes de la naturaleza. Gracias a ello, después de su regreso y tras años de investigación cayó en la cuenta de que la clave estaba en la historia compartida por las formas vivas que se adaptaban a un territorio cambiante. Un rompecabezas fascinante que tardó años en ordenar.
Esta primera etapa de explorador, navegante y viajero finalizó en 1836, después de cinco años tras los cuales se afianzó el carácter del joven Darwin y se convenció de su real vocación. A sus 27 años, Darwin había reunido más recuerdos, impresiones y datos científicos brutos que los acumulados por la mayoría de las personas en toda una vida. De su viaje trajo toneladas de muestras, miles de especímenes de rocas, fósiles, aves, mamíferos, plantas y peces que ocuparía a los naturalistas del Museo Británico durante varios años. Trajo consigo muchos cuadernos de anotaciones, hipótesis, ideas y preguntas, pero también una extraña enfermedad que le abatiría el resto de su vida.
El origen de su extraña dolencia es un misterio. Algunos autores consideran que era una forma sub-aguda del “mal de Chagas” y otros que su enfermedad era de origen psicosomático; el caso es que, por el resto de su vida, soportó una debilidad cotidiana, acompañada de vómitos y fatiga crónica, que le impedía trabajar por más de tres horas diarias en su investigación (Milner, 1995).
Charles Darwin: Construyendo una teoría
En 1839, y tras haber escrito su primer artículo, Darwin se casó con su prima carnal Emma Wedgwood, cuyas creencias religiosas tradicionales eran opuestas a las heterodoxas ideas científicas de su marido. Pocos años después (1842) y luego de trabajar para el Museo Británico en Londres, la pareja compró una casa de campo y decidió trasladarse allí. En el pueblo de Down, del condado de Kent, a 25 km de Londres, se gestó la segunda etapa del trabajo de Darwin: construir una teoría científica a partir de todos los datos recopilados y realizar los experimentos necesarios que le permitieran contrastar