que estrategias utilizaron los portugueses para ceguera la comercialización en el oriente
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Respuesta:
"Una vez que hubieron recurrido a la fuerza, los portugueses no podían ya renunciar a emplearla. Su plan en el Oriente no pasó nunca de ser una simple lucha por el comercio y jamás se propusieron inundar de especias el mercado europeo, vendiéndola a precios más bajos que los mercaderes árabes y venecianos, ni tampoco hubieran podido hacerlo, aun cuando lo hubiesen deseado. Los géneros portugueses resultaban toscos y poco atractivos a los ojos de los orientales y no podía esperarse que los soberanos de aquellas regiones viesen en aquellas tripulaciones harapientas y en aquellos barcos atestados en los que el mar había dejado sus huellas, los precursores de un poder que habría de conquistar medio Oriente. De momento los europeos podían resultar peligrosos, pero a los ojos de un hindú culto eran gente desesperada, poco numerosa, bárbara, sucia y agresiva; por consiguiente, en comercio abierto y legítimo, los portugueses no podían ni competir con los árabes ni confiar en la buena voluntad de los rajás del país. A fin de beneficiarse de su monopolio de la ruta del Cabo tendrían que destruir en alta mar, por la fuerza de las armas, el comercio de especias realizado por los árabes.
Explicación:La tarea de planear esta deliberada guerra oceánica para hacerse con el comercio, recayó en Alfonso de Albuquerque, acaso el más capacitado de los estrategas navales de su época. Cuando éste fue por primera vez a la India, los establecimientos portugueses consistían simplemente en almacenes y viviendas anejos a ellos. Los factores reales regateaban el precio de las especias en los bazares situados frente al mar, almacenando sus compras hasta que llegaba a recogerlas desde Lisboa la flota siguiente. Los portugueses se daban cuenta de lo precario de su posición, y comprendían que sólo podrían asegurarla sosteniendo una flota permanente en el Océano Índico, pero para esto necesitaban una base naval, con medios adecuados para aprovisionar y carenar sus barcos y tener allí una reserva de marineros para reponer las espantosas pérdidas ocasionadas por la enfermedad en las dotaciones de éstos. ... Tenían por lo tanto que cambiar un tráfico marítimo que se efectuaba sin licencia y cuya base se hallaba en Lisboa, por una cadena de establecimientos comerciales y navales de carácter permanente que cubriera todo el Oriente Medio. Este fue el vasto y costoso plan que impuso Albuquerque a un gobierno, poco amigo de hacer gastos, cuando en 1509 sucedió a Almeida como gobernador general". Fuente: J.H.Parry, Época de los descubrimientos geográficos, Ed.Guadarrama, Madrid, 1964, págs.203-204.
