Qué estrategia de consumismo utilizan las empresas tecnología para que las personas compren sus productos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Alma, Corazón, Vida
CÓMO MANEJAN NUESTRO SUBCONSCIENTE
Ocho técnicas que utilizan las empresas para que compres sus productos
Para maximizar sus ventas, las marcas apelan a las partes más instintivas y emocionales de los clientes potenciales
Foto: Si alguna vez te has arrepentido de una compra compulsiva, aquí tienes los porqués. (iStock)
Si alguna vez te has arrepentido de una compra compulsiva, aquí tienes los porqués. (iStock)
Por Gonzalo de Diego Ramos
22/04/2017 - 05:00
Todos creemos que nuestras elecciones como consumidores están siempre dirigidas por nuestra voluntad. Ese exceso de confianza puede, sin embargo, jugar en nuestra contra. Una ciencia moderna, que cada vez está cobrando más relevancia, viene a demostrarnos que la plena autonomía a la hora de adquirir productos es casi inexistente. Esa ciencia en cuestión es el así llamado neuromarketing o neuromercadotecnia.
Las empresas acuden cada vez más a la psicología, la psiquiatría y la neurología para buscar estrategias con las que atraer a sus clientes. La meta es que en el momento de la decisión el subconsciente triunfe sobre lo racional. La oferta de un producto puede ser muy amplia y esa abundancia lleva a veces a que el comprador renuncie a la adquisición por miedo a equivocarse
No se trata de tácticas intuitivas, sino de métodos comprobados con una eficacia sorprendente. Si quieres volver a tomar el control de tus decisiones, ten muy en cuenta estas ocho maniobras que las empresas manejan para vencer tu resistencia al gasto.
1. La paradoja de la elección
Un exceso de posibilidades de compra bloquea nuestro cerebro. Hoy en día la oferta de un mismo producto puede ser muy amplia y esa misma abundancia lleva a veces a que el comprador renuncie a la adquisición por miedo a equivocarse. En un experimento llevado a cabo por la economista Sheena S. Iyengar y por el psicólogo Mark R. Lepper, se comprobó que en un supermercado en el que se mostraban 24 tipos diferentes de mermelada, solo el 3% de los consumidores acababa comprando una. Cuando las opciones se reducían a seis, el número de ventas aumentaba en un 1.000%. Se entiende así la estrategia de ciertas marcas de tecnología que utilizan espacios desproporcionados para mostrar tan solo unas pocas máquinas muy concretas.
2. El principio de la mirada
Los anuncios que incluyen fotografías de personas suelen ser más efectivos que aquellos que muestran solo objetos, letras o símbolos. Son particularmente atractivas las figuras de una bella persona del sexo opuesto. Es difícil saber si una chaqueta de 50 euros es cara o barata. Si a su lado nos colocan otra parecida, pero de 200 euros, la primera parecerá una ganga Un estudio llevado a cabo por el experto James Breeze demostró que la misma atención que capta la figura humana puede jugar en contra del producto. La mirada puede quedarse exclusivamente en la fotografía mermando la eficacia publicitaria. Tal fenómeno se ha descubierto a través de la técnica llamada ‘eye tracking’ que permite medir el tiempo que nuestros ojos pasan “escaneando” las diferentes áreas de una imagen.
Por eso, los anunciantes suelen poner a los personajes de los anuncios mirando hacia el producto, el lema o el mensaje que quieren transmitir. El enunciado para la empresa es claro: un rostro en un anuncio captará la atención, pero hay que asegurarse que la cara esté contemplando lo que quieres que tu cliente vea de verdad.
3. El efecto contraste
¿Cómo juzgamos si algo es caro o barato? La respuesta es simple: comparándolo con un producto similar. La capacidad de medir surge cuando existe la ocasión de cotejar. Si nos ponen una chaqueta a un precio de 50 euros, es difícil establecer, de por sí, si es cara o barata. Si a su lado nos colocan otra que sigue una estética parecida y que está fabricada con el mismo tejido, pero con un valor de 200 euros, la primera, automáticamente, parecerá una ganga.